Vidal y su equipo económico trabajan en un programa de ayuda integral de la Nación a la Provincia en base a las necesidades financieras de la provincia de Buenos Aires, para presentar en la Casa Rosada.
El proyecto se centra en la idea de que la Provincia hará los deberes necesarios para ajustar el gasto público excesivo que heredó del ex Gobernador, Daniel Scioli y a cambio, recibir cierto trato privilegiado de parte del Estado Nacional, aunque en la casa de Gobierno de la Provincia, no hablan de privilegios sino de resarcimiento, para afrontar sin sobresaltos sus erogaciones, sobre todo en obra pública y sus compromisos financieros.
Vidal y su equipo, saben, que el escenario ideal sería reformar la ley de Coparticipación Federal de impuestos para reparar cierto estado de injusticia respecto a los fondos que recibe Buenos Aires de la torta impositiva. Pero también son conscientes de que un cambio de esa envergadura es muy dificultoso, porque la propia normativa estipula que todas las provincias deberían estar de acuerdo para abordar el debate sobre el cambio de reglas, aún a sabiendas de que podrían terminar perjudicadas. Y eso, históricamente, ha sido una utopía.
En fuentes gubernamentales se habla de que la necesidad provincial para “gobernar sin grandes sobresaltos” es de unos 50 mil millones de pesos anuales por afuera de la recaudación actual y de los fondos que ya se reciben. Eso es lo que, en el escenario ideal, debería aportar la Nación y es lo que sería elevado al presidente Macri en breve. Por estas horas se está buscando la figura legal para presentarlo.
