La política y la salud nunca se llevaron de la mano, las preocupaciones, el trajín, los horarios estirados de reuniones, la cantidad de temas a tratar y el desgaste propio de la función pública, suelen cobrarle caro a los funcionarios públicos. Sobre todo, como es lógico, a los de más alto estatus en la escala de mandos.
Esta semana la noticia de la internación de Jorge Nedela, intendente de la ciudad de Berisso, trajo de nuevo al tapete, este tema. aunque breve, la internacion del máximo mandatario de berisso, preocupó a los vecinos, que sin distinción de color político y envueltos en millones de comentarios, preguntában por la salud del líder radical.
Muchos presidentes, gobernadores y funcionarios públicos de menos rango, han sido alguna vez, en el pasado noticia por cuestiones de salud. No son pocos los kirchneristas que creen que la muerte de su máximo líder, el ex presidente Néstor Kirchner, estuvo estrechamente vinculada a un exceso en sus funciones políticas, “se pasó de rosca, no frenó nunca…”, era una de las frases que circularon siempre en el entorno K.
También sobre el ex intendente de Berisso, Enrique Slezack, peso un problema de salud mientras fue intendente. Y la lista puede seguir interminablemente. Casi no hay funcionario que se salve de la odiosa comparación “de las fotos”, aquellas que muestran los efectos perjudiciales, que va dejando la función pública, con el paso de los meses de estrés y arduo trabajo. a tres meses de asumir, el intendente Jorge Nedela, tuvo su primer aviso.
“El martes por la mañana luego de dar clases en el Instituto Justo Santa María de Oro, pasé a efectuarle una consulta a mi médico de cabecera Rubén Fábrega en su lugar de atención que es la Clínica Mosconi. Luego de una serie de estudios me comentó que padecía una gastroenteritis y me recomendó que permaneciera en este lugar para efectuar los análisis correspondientes y cumplir con un breve reposo”, explicó y reconoció, “a veces la actividad del Municipio lleva a que uno haga desordenes con los horarios de comidas y a eso le deberé prestar atención, pero ya retomamos las tareas…”
Con cuentas en rojo, un paro municipal en marcha que busca subir el techo en la paritaria, problemas judiciales para algunos de sus colaboradores y demás temas, el carismático intendente no encuentra ese resquicio necesario para no tropezar con problemas de salud, aunque, por su bien y por el de los ciudadanos berissenses tendrá que “bajar un cambio” y cuidar un poco más su calidad de vida.
