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Victoria Tolosa Paz tomó envión: “Voy a ser la piedra en el zapato de Garro”

Victoria Tolosa Paz acaba de asumir en diciembre por primera vez como Concejal. En diálogo con el portal  Dos Líneas, la edil de Unidad Ciudadana criticó la gestión de Cambiemos, habló del presente del peronismo, del rol de la mujer en el partido y sobre sus aspiraciones para el 2019.

En poco más de un mes inicia el período de sesiones ordinarias ¿Cómo imaginás que va a ser el funcionamiento del Concejo?

Va a ser un Concejo que va a requerir que realmente podamos formar una oposición con mayor contundencia a lo que fue hasta ahora la gestión de (Julio) Garro. Creo que se dan algunas condiciones porque se fueron algunos históricos y hay un Concejo que tiene otra fisonomía. La incorporación de hombres y mujeres nuevos, permite que realmente sea una oposición en la que podamos encontrar puntos de acuerdo.

La oposición está muy dispersa ¿Creés que pueden llegar a confluir en temas específicos?

Sí, claro. Tenemos muchos puntos de encuentro con los monobloques de (Miguel)  Forte o (Fabián) Lugli, como así también con 1 País. El tema de la transparencia es uno de ellos. Garro no cumple con ninguna de todas las ordenanzas que ya existen para transparentar la gestión del Municipio. Un ejemplo de esto es que no nos muestra a los concejales los decretos del Ejecutivo, o cuando se comprometieron a publicar el Presupuesto ejecutado cada tres meses y no lo hacen. Esa agenda común por transparentar la gestión nos va a encontrar levantando las manos juntos, llevando adelante propuestas superadoras.
Posiblemente no estemos de acuerdo en todo, porque venimos de partidos y expresiones diferentes, pero sí vamos a tener una postura muy fuerte en contra de las políticas de ajuste que lleva adelante el gobierno de Garro.

Desde Cambiemos sostienen que gestionan a partir del diálogo ¿Compartís lo que ellos plantean?

La verdad no. No existe el diálogo. Ellos tienen 12 de los 24 concejales y no tienen vocación de un diálogo genuino. Me hace acordar mucho al discurso de (María Eugenia) Vidal cuando surge cualquier conflicto, como el docente por ejemplo, cuando dice `somos un gobierno que apuesta al diálogo´. Esto no es así si salís a anticipar que no hay cláusula gatillo, sin siquiera antes escuchar las necesidades del sector. Tenemos la imposición de una idea que ella lleva adelante. Acá pasa lo mismo. Ponce como Presidente del Concejo no apuesta al diálogo, busca imponer las órdenes de Garro.

¿Hay que cambiar el Código de Ordenamiento Urbano?

Sí, merece una discusión profunda. A la ciudad de La Plata le ha hecho muy mal el Código que hoy está vigente y se vieron sus resultados en la Inundación del 2 de abril. Se aprobó de espaldas a la sociedad y también de organismos que tenían una posición muy clara, como la Facultad de Ingeniería y de Arquitectura. No puede volver a ocurrir lo que pasó la última vez y debemos dar el debate.

Una vez lo escuché a Garro decir `cuando cambie el Código de Ordenamiento Urbano voy a tener oculto el mapa de cómo cambian las propiedades para que el empresariado de La Plata no haga negocios´. Es un dicho de un infantilismo preocupante. Hay que dar de cara a la ciudadanía la discusión. Por supuesto que cuando uno tiene la responsabilidad de cambiar un Código va a haber perdedores y ganadores de esos cambios. El tema es como el Estado no es bobo, ante esa plusvalía que se genera a partir de la modificación y empieza a captar esa ganancia para poder generar condiciones para otros sectores que están imposibilitados que accedan a una vivienda. Pero no ocultando el mapa, como dice Garro.
Entonces sólo van a tener acceso sus amigos los empresarios. Es un error garrafal.

Otro de los grandes temas que se va a tratar este año es el Código de Convivencia Ciudadana ¿Considerás que es necesario implementar un Protocolo Antipiquete por así decirlo?

Eso lo planteó en su momento Patricia Bullrich y no prosperó. El gobierno va cada día más a convertir un esquema de Estado gendarme, porque no hay forma de construir esta política económica sino va de la mano de un aparato represivo muy fuerte. Ellos saben que sus políticas traen hambre y desocupación y que la descomposición social genera resistencias con movilizaciones en la calle. Nosotros no teníamos un Protocolo Antipiquete porque la Argentina de 2003 tuvo una mirada muy clara en la generación de empleo: 6 millones de puestos trabajo se crearon. Claro que faltaba, pero ahora no se busca generar una sociedad más igualitaria sino que se quiere ver como se contienen las protestas. Por supuesto, hay que crear luego, normas de convivencia. Nadie puede permitir que un vecino ponga un boliche en la terraza, hay que acordar los horarios en que se saca la basura de los hogares, pero el Estado municipal antes tiene que dar el ejemplo en muchísimas cosas que no las da.

¿Qué opinión te merecen los constantes cruces que hay entre el gobierno y el sindicalismo?

El gobierno se empieza a dar cuenta que hay un sector del sindicalismo que genera mucho rechazo en la sociedad, porque no hicieron bien las cosas. En La Plata tenemos el caso del Pata Medina y de Balcedo. En esa construcción del demonio sindical viene muy bien el reflejo. Estamos de acuerdo que las prácticas de estos señores generan una repulsión enorme. Pero necesitan construir una visión negativa con todo el sindicalismo de la Argentina para poder avanzar con el plan que tiene Macri que es ir hacia una Reforma Laboral que quita derechos a los trabajadores y baja salarios. Hay sindicalistas corruptos que tendrán que dar cuenta en la Justicia de sus actos, pero necesitamos sindicatos fuertes para que los trabajadores puedan vivir dignamente.

¿Existe la posibilidad de alcanzar la unidad del peronismo en 2019?

Hubo algunos signos que demuestran que es posible. La foto en la UMET donde confluyeron el randazzismo, el massismo y el kirchnerismo exhibe al menos la capacidad de empezar a darnos cuenta que la última estrategia del campo nacional y popular fue desacertada, porque fuimos divididos y nos ganó nuevamente el esquema de Cambiemos. Haber perdido hace que lo que parecía imposible comienza a pasar. Que haya diálogo entre las distintas fuerzas políticas, y no nos tiene que asustar que haya idas y contramarchas. Este año va a haber gestos en los que empecemos a construir la unidad en serio, porque necesitamos unirnos para poder frenar a Macri en 2019.

La foto que haces mención en la UMET fue completa de hombres ¿Cuál es rol de la mujer hoy en el peronismo?

Es difícil el papel de la mujer. Estuvieron Cristina Alvarez Rodríguez y Florencia Casamiquela, pero faltó una mayor participación femenina. Así todo, el rol de la mujer en el peronismo es muy importante y el 8M va a ser una marcha multitudinaria. Todavía falta avanzar y afianzar una mayor participación. Hay que seguir trabajando con un sector que sigue siendo muy machista para que abra espacios. Somos muchas, tenemos vocación y en este tiempo la mujer tiene un protagonismo enorme.

¿Vas a ser candidata a intendente en 2019?

No, falta mucho todavía para eso. Hoy tengo mucha responsabilidad y ganas de representar los intereses de los vecinos platenses desde la banca de concejal. Para todos los que hacemos política gobernar es la aspiración máxima, porque es la capacidad plena de poder realmente modificar la vida a la gente. Pero falta mucho. Voy a estar en el lugar que tenga que estar para poder ser la mejor alternativa en el 19 a este gobierno neoliberal. Mientras tanto voy a ser la piedra en el zapato de Garro. (Dos Líneas)


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