En el municipio de Berisso, la falta de recursos se ha convertido en una problemática recurrente, utilizada frecuentemente para justificar la incapacidad de atender las necesidades de los ciudadanos.
La respuesta habitual desde la administración municipal, encabezada por el intendente Fabián Cagliardi, es que «no hay plata», atribuyéndose la situación a un recorte presupuestario proveniente del Gobierno Nacional. Sin embargo, este argumento parece diluirse cuando se observan ciertos gastos selectivos y la contratación de nuevos empleados con vínculos partidarios o familiares.
Prioridades contradictorias en medio de un conflicto
En un contexto marcado por un conflicto con los guardavidas de la ciudad y un desabastecimiento de insumos en varias áreas de la administración pública, la gestión municipal ha tomado decisiones que levantan sospechas sobre sus prioridades. Mientras el municipio recorta en recursos esenciales y promueve una política de ajuste que afecta la distribución de alimentos entre los vecinos, las designaciones de nuevos empleados, especialmente vinculados al partido de Cagliardi, continúan en aumento.
Una de las decisiones más controvertidas fue la contratación de Nicolás Marotte como guardavidas en plena disputa laboral del sector. Nicolás es hijo de Gabriel Marotte, presidente de la bancada oficialista de Unión por la Patria, y su designación en este puesto, además de carecer de un proceso de selección abierto, ha sido considerada una medida poco ética en medio de un contexto de conflicto con el sector. No obstante, Cagliardi ha defendido esta y otras decisiones, declarando: “¿Por qué tengo que decir lo que hago con el Municipio?”, mostrando una clara postura de opacidad ante las críticas de nepotismo.
Designaciones sin anuncios oficiales
La política de incorporación de personal afín al partido no se detiene en el caso de Marotte. Otro nombramiento que ha despertado críticas es del desconocido Daniel “Tano” Cipollone, quien habría asumido un cargo jerárquico en el área de Instituciones del municipio.
Pese a no contar con una comunicación oficial que explique las funciones específicas de Cipollone, el nombramiento fue promovido y respaldado por la agrupación «Mayor Lealtad Fabián Cagliardi», un grupo de militancia alineado con el actual intendente de quien se encuentra Horacio Pomi, ex concejal en la gestión de Enrique Slezack y unos de los primeros armadores político del ex empresario de la patria contratista devenido en Jefe Comunal berissense.
Desde diversos sectores, se cuestiona no solo el rol real de Cipollone en la estructura municipal, sino también la falta de transparencia en el nombramiento, lo que genera un ambiente de incertidumbre entre los vecinos de Berisso.
Recurrentes acusaciones de nepotismo en Berisso
A estas designaciones se suma otro caso que destaca por su opacidad. Daniel del Curto, concejal por La Libertad Avanza (LLA), logró, a través de la gestión de Cagliardi, integrar a su actual pareja, Lorena Anahí Rivarola, dentro de la estructura municipal con un salario significativamente muy por encima de salario mínimo vital y móvil. Rivarola se describe a sí misma en redes como una «sacerdotisa», y, al igual que Del Curto, utiliza su popularidad para ofrecer servicios que, según críticos, representan un engaño para aquellos que buscan apoyo espiritual.
«La casta tiene miedo», es uno de los lemas más comunes de la campaña de Del Curto y su sector, una frase que sugiere una crítica a los sectores de poder, pero que en este contexto parece aplicarse de manera irónica, dado que ambos obtienen beneficios del erario público. Para muchos, la realidad de Berisso refleja una administración alejada de la realidad de los vecinos y un incremento de prácticas de clientelismo que favorecen a los allegados al partido en lugar de responder a las verdaderas necesidades de la comunidad.
La crisis de recursos: ¿Real o exagerada?
La falta de insumos y recursos en el municipio ha sido señalada como una de las excusas frecuentes de la administración de Cagliardi, justificando una serie de recortes en servicios públicos esenciales y limitando la cantidad de ayuda social destinada a las familias más vulnerables. Una de las medidas impulsadas por el municipio incluye la recopilación de datos entre los vecinos para evitar que reciban «doble ración» de alimentos, una medida que muchos ven como un retroceso en el derecho a una asistencia alimentaria digna en tiempos de necesidad.
Sin embargo, las decisiones de aumentar la plantilla municipal con miembros de su propio partido y familiares de figuras políticas han generado rechazo entre los sectores más afectados. Mientras el argumento del recorte nacional prevalece, el presupuesto municipal sigue destinándose a contrataciones políticas que, en apariencia, no aportan a las necesidades esenciales de los habitantes de Berisso.
Reclamos vecinales y falta de transparencia
Los vecinos de Berisso han manifestado en varias ocasiones su descontento ante lo que perciben como un manejo irresponsable de los fondos públicos. Las promesas de desarrollo y mejoras en servicios públicos han quedado en el aire mientras la administración destina sus recursos a sostener una estructura de poder basada en la fidelidad política. En este marco, la administración de Cagliardi se enfrenta a una creciente desconfianza de la ciudadanía, que demanda mayor claridad en el uso de sus aportes.
Uno de los representantes vecinales, quien pidió no ser identificado, comentó: “Estamos cansados de escuchar que no hay recursos cuando se trata de temas que nos afectan, pero que siempre haya fondos para nuevos cargos políticos”. Esta declaración resume el sentir de una población que se encuentra afectada por un entorno de incertidumbre y frustración. La falta de comunicación oficial sobre estos nombramientos profundiza el malestar y consolida una percepción negativa sobre el actual gobierno municipal.
Consecuencias políticas de las contrataciones
A medida que se acercan las próximas elecciones, la situación de Berisso podría tener repercusiones importantes para la imagen pública del intendente Cagliardi y su partido. La ciudadanía observa con escepticismo cómo los recursos se asignan en función de conveniencias políticas, relegando necesidades esenciales y prometiendo soluciones a problemas estructurales que se mantienen sin respuesta.
El clientelismo político, el favoritismo en las contrataciones y la falta de transparencia son temas recurrentes en los reclamos de la oposición y de un sector creciente de vecinos, quienes exigen cambios en las políticas de gestión pública. En este contexto, Cagliardi deberá enfrentar el desafío de demostrar que puede gobernar para el bien común y no solo para su círculo cercano, un reto que podría definir su futuro político y la credibilidad de su partido.
La urgencia de un cambio de prioridades
La situación en Berisso refleja un problema profundo en la asignación de recursos públicos y la priorización de intereses partidarios sobre el bienestar ciudadano. En un contexto de crisis económica, las demandas de transparencia y justicia se intensifican y, ante la falta de respuestas claras, la administración de Cagliardi enfrenta crecientes cuestionamientos.
Las promesas de campaña sobre desarrollo y bienestar parecen diluirse en una realidad que prioriza beneficios para un grupo reducido, dejando a los habitantes de Berisso a la espera de una gestión que, hasta el momento, ha mostrado poca empatía con las necesidades reales de la población. El llamado de los ciudadanos es claro: se necesita un cambio en las prioridades y una administración que realmente represente los intereses de todos, no solo de unos pocos privilegiados.
Roku Express | Dispositivo de transmisión HD Roku con control remoto estándar (sin controles de TV), TV gratuita y en vivo. Has CLICK en la imagen y obtén el tuyo!!!
Descubre más desde El Correo Gráfico
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.