El Director Provincial de Defensa Civil del Ministerio de Seguridad, Fabián García, se refirió a la situación que se heredó del gobierno de María Eugenia Vidal en el sistema de bomberos voluntarios.
Hace falta que las llamas cobren vida para que la admiración y el reconocimiento de la sociedad para con los bomberos voluntarios se renueve. Esos hombres y mujeres que comenzamos a admirar de niños continúan en la consideración de la inmensa mayoría de los argentinos por el resto de nuestras vidas, arriesgan todo en cada uno de sus actos como tantos otros servidores públicos, pero ellos, lo hacen por pura vocación de servicio. Voluntariamente, en una sociedad cada día más mercantilizada ser bombero o bombera hoy, se convierte en una actividad con auras de romanticismo.
Sin embargo mantener activo el sistema de bomberos voluntarios requiere de mucho dinero, en cada incendio además de las vidas y el esfuerzo voluntario de los integrantes de una dotación, se arriesgan equipamientos personales, vehículos especiales e insumos de un altísimo valor. Equipos estructurales de protección personal, equipos de respiración autónoma, motobombas, camiones cisternas, combustible, mangas, elementos de rescate, elementos especiales para combatir incendios forestales, equipos de comunicación y múltiples elementos necesarios para equipar correctamente a una dotación. Al equipamiento debemos sumarle los gastos necesarios para mantener abiertos y operativos los cuarteles. Todos los meses es necesario pagar la luz, comprar elementos de limpieza, pagar el gas, hacer algún arreglo, pagar salarios de los telefonistas que cubren guardias las 24 horas del día, etc.
En septiembre de 2015 las cámaras legislativas de la provincia de Buenos Aires sancionaron la Ley Nº 14.761 creando el “Fondo para el Financiamiento Operativo de las Federaciones y Asociaciones de Bomberos Voluntarios de la Provincia de Buenos Aires” integrado por el 3% de lo recaudado por el impuesto inmobiliario con un tope de 200 millones de pesos en ese momento.
La norma reparó una deuda histórica con el Sistema de Bomberos Voluntarios de nuestra provincia que cuenta hoy con 265 cuarteles y cubren las emergencias en 130 de los 135 municipios bonaerenses. Sin embargo, a los pocos meses de la publicación oficial de dicha ley, el gobierno de la provincia “cambió” de mando y María Eugenia Vidal se hizo cargo del poder ejecutivo teniendo entre otras responsabilidades reglamentar la ley. La reglamentación se demoró y con ello la conformación del “Fondo de Financiamiento para los Bomberos Voluntarios” que tenían que conformarse con el antiguo subsidio fruto del decreto 74/11 que destinaba una suma fija de 80 millones de pesos que se desinflaba en medio de un profundo proceso inflacionario y de devaluación de la moneda nacional. La ex gobernadora María Eugenia Vidal un día finalmente tomó la decisión de reglamentar la ley N° 14.761, eso ocurrió el 5 de diciembre de 2019 a 5 días de dejar su cargo luego de la dura derrota a manos de Axel Kicillof. La demora de María Eugenia Vidal causó un profundo daño a los cuarteles de bomberos de la provincia.
La pandemia y la crisis económica que atraviesa nuestro país agrava la situación de las Asociaciones de Bomberos Voluntarios pues muchos de los ingresos propios que cada cuartel de bomberos generaba mediante festivales, rifas, alquiler de salones u otros servicios que brindan a la comunidad han disminuido considerablemente y en algunos casos a cero pesos. Situación similar es la que ocurre con los aportes que la mayoría de los municipios hacen a los cuarteles que se demoran por la caída generalizada en las recaudaciones de los gobiernos locales.
Es por eso que en las últimas semanas vimos por los medios de comunicación cuarteles, que buscando llegar a fin de mes, recurren a actividades extraordinarias, como poner un lavadero de vehículos, poner en venta edificios propios o realizar colectas entre los vecinos.
En los próximos meses el gobierno provincial estará efectivizando el pago del Fondo que Vidal tendría que haber pagado en 2016, sin embargo el daño causado por la ex gobernadora es irreparable pues se han perdido cuatro años de actualización monetaria debido a que la ley dispone que el “Fondo para el financiamiento operativo de las federaciones y asociaciones de bomberos voluntarios de la provincia de Buenos Aires” está integrado por el 3% de lo recaudado por el impuesto inmobiliario con un tope de 200 millones de pesos en ese momento (2015).
El incremento estimado del impuesto inmobiliario entre 2016 y 2019 fue de aproximadamente el 180%. Es decir que el fondo que la ex gobernadora reglamentó el 5 de diciembre de 2019 con un tope de $200 millones debiera ser hoy de al menos $560 millones de pesos si la ley se reglamentaba en 2016 como correspondía.
Cuantificando el daño
Un par de botas aptas para trabajar en un incendio tienen un valor de 120 dólares, el mismo que en 2016. El 1 de marzo de 2016 el dólar cotizaba a 16 pesos con el fondo se podían comprar 104.167 pares de botas. El 1 de Agosto de 2020 el dólar cotizaba 77 pesos con el fondo de $200 millones se pueden comprar 21.645 pares de botas. Es decir, la demora de María Eugenia Vidal equivale a 82.522 pares de botas menos.
Hoy la Provincia de Buenos Aires tiene 265 Asociaciones de Bomberos Voluntarios con 16.730 integrantes en sus cuerpos activos, el 10% son mujeres. Desde el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires haremos todo lo que tenemos que hacer para acompañar al conjunto del sistema de Bomberos Voluntarios en estos momentos de dificultad extrema y no solo recordarlos cuando el fuego aparece o en los saludos por redes el 2 de Junio.
