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Finocchiaro visitó a un joven que salvó a un abuelo que cayó en una estación de tren

Hugo, un jubilado ferroviario de 91 años, se cayó entre el andén y el tren en la estación Villegas del ferrocarril Belgrano Sur, ubicada en San Justo. Por suerte, ese domingo 20 de enero, estaba Matías Ríos para salvarlo.

Matías tiene 26 años, es oriundo de Isidro Casanova y empleado de seguridad del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología. Entre mate y mate acompañado por su esposa Florencia y su hija Iara, recibió al ministro de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, Alejandro Finocchiaro.

Alejandro Finocchiaro, matancero igual que el joven policía, consideró su actitud como un valor a destacar y reconocer, por eso no dudó en ir hasta la casa de Matías para manifestarle su orgullo y agradecimiento: “Nosotros somos personas que bancamos a nuestras fuerzas de seguridad. Creemos que la policía es buena, puede haber gente que no haga bien su labor como en todos los trabajos, en donde hay buenos y malos”.

Finocchiaro visitó a un joven que salvó a un abuelo que cayó en una estación de tren

Sentado junto al Ministro en la mesa del comedor de su casa, Matías no podía esconder la emoción. Su mujer, que los miraba parada mientras entretenía a su hija, tampoco. “Trabajo en el andén. Lo que pasó fue que los trenes viejos tienen mucha separación entre la formación y el andén. El señor perdió el equilibrio y se cayó. Una vez que lo saqué y comprobé que se encontraba bien, decidí acompañarlo a su domicilio. Yo me volví a mi casa porque era justo el cumpleaños de mi hija. Nunca pensé que iba a trascender tanto lo que pasó”, contó el joven.

Además, con una enorme sonrisa en la cara, compartió: “Lo que más garpa es lo que me dijo el señor ´te bendigo a vos y a toda tu familia. Me devolviste la vida´, me siento pleno con eso”. A partir de esta reflexión, Finocchiaro expresó: “Es como cuando te dicen ´profe, gracias´, eso es gratificante”.

Matías hace un año que es agente. Hizo la primaria en la escuela 114 y la secundaria en la Escuela Media N°6, ambas de Ramos Mejía. Vivió toda su vida en La Matanza y para ir a la escuela tomaba el colectivo 162 que demoraba una hora hasta Ramos. Hincha fanático de Racing, jugó de lateral derecho en Vélez.

“Son muchos los que día a día ponen el cuerpo para el prójimo sin importar que su vida esté en juego: vos les rendiste un homenaje. Es por personas como vos que la Argentina es un país mejor”, se despidió Finocchiaro.


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