Días atrás el intendente de Berisso, Jorge Nedela, hablando en una nota del semanario local, El Mundo de Berisso, sobre algunos temas de denuncias que vinculan a funcionarios de su Gobierno, decía: “estos temas lamentablemente que suceden, a uno lo frenan…” y la verdad que es comprensible su análisis, aunque algunos funcionarios de su partido, se están transformando, sin quererlo ellos, en verdaderas “anclas humanas” para la gestión.
Este fin de semana, la Argentina y debido a esta nueva moda de importar fiestas ajenas, se convulsionó con los festejos de “San Patricio“, fiesta en honor al patrono de Irlanda, en la que por costumbre se bebe mucha cerveza. Berisso no fue la excepción, y la comunidad irlandesa decidió hacer su propia fiesta de San Patricio, la publicitó y la llevó adelante en las instalaciones del mítico Club Estrella, en la calle 8 entre 165 y 166.
La reunión festiva se llevó adelante con muchos invitados, entre los que se destacaban miembros de la Juventud Radical de Berisso, la concejal Ana Stolar, presidenta del Bloque UCR y secretaria general de la Federación Educadores Bonaerenses de Berisso, el sub secretario de economía, Maximiliano Durso y algunos otros miembros del Gobierno Municipal del Concejo Deliberante, entre los que algunos aseguran hacer visto al propio intendente municipal, quien habría concurrido a la fiesta con su familia.
Nada de lo contado hasta aquí sería extraño, sino fuera por un pequeño gran detalle, la fiesta no tenía ningún permiso ni habilitación. Personal de Control Urbano, que había dispuesto un operativo especial para la ocasión, se encontraba de recorrida cuando, anoticiados del evento que se llevaba a cabo en la cede de la “Cebra de Berisso”, deciden apersonarse en el evento para controlar los papeles. asombrados se quedaron al oír de propia boca del presidente de la comunidad irlandesa, Luís Molina, que no tenían Nada.
La fiesta, en la que estaban varios funcionarios del Ejecutivo y del HCD y en la que, según dicen, el sonido era prestado por el Municipio, carecía de habilitación municipal, nunca habían enviado nota de solicitud de autorización a Control Urbano, no contaba con la autorización del Registro Provincial de Bebidas Alcohólicas (REBA), la cual permite el expéndio de estas luego de las 21 horas, tampoco contaban con el Plan Antisiniestral, todo esto, entre otras varias faltas.
Ante tamaño desatino, la gente de Control Urbano, cumple con su tarea, no sin alguna discusión previa, que es habitual en estos casos y clausura preventivamente tomándose de la Ley 14050 de la provincia de Buenos Aires.
Imagen: Foto Facebook del evento
