En la ciudad de La Plata, y en la Argentina toda, la relación entre política y barras bravas del futbol, se da con total desfachatez. Lo que a puertas cerradas es un cotidiano, hacia afuera se transforma en un discurso vacío y sin contenido que habla de luchar contra este tipo de delincuencia, pero que a las sombras, siempre las alimenta y mantiene, por conveniencia o temor, según sea el caso y la región.
En el gobierno platense la naturalidad de la relación es mucho más explícita y sobre todo con la Barra del Loco, ya que el secretario de Gobierno, un protegido de Lilita Carrío, es uno de los dirigentes fuertes de la institución tripera, y su relación con Cristian Camillieri, “el Volador”, es de público conocimiento.
Hace unos meses, un grupo de centros culturales, que proponían que la recaudación de las ventas de los pomos de nieve, típicos de carnaval, se invierta en obras para el barrio, comenzó a rondar los despachos municipales a fin de obtener la correspondiente autorización.
Pero grande fue la sorpresa de este grupo, cuando se entero que en Los Carnavales Platenses que se celebran en el barrio Meridiano V, una especie de centro para cultural parecido a los de San Telmo en la ciudad de Buenos Aires, no se la otorgarían a ellos, sino a la Barra de Gimnasia y Esgrima La Plata.
Al parecer los dichos de Mor Roig habrían sido; “no me jodan con eso, ya saben que eso lo maneja el Volador, yo no me voy a meter en semejante quilombo”, dicho y hecho, la Municipalidad de La Plata no se metió en ese quilombo y dejo en manos de las Barras un negocio, que si bien no marca una fortuna monetaria, sí demuestra a dónde está parado el Municipio a la hora de luchar contra las estructuras mafiosas enquistadas en la sociedad.
Imagen Ilustrativa: Carnaval en Meridiano V (Estación Provincial)
