La economía de subsistencia resurgió en pandemia de coronavirus y en medio de la crisis inflacionaria del país. Se la llama aquella que se produce lo que se consume y si excede, o no se utilice, se venden o intercambian mediante trueque, siendo este último el más común.
Hoy el país atraviesa unos de los índices más altos de precios bajo una inflación encubierta por los organismos de estado. De esta forma, renace con más auge la economía de subsistencia que en los últimos tiempos se basa en emprendimientos al margen de la ley, como la agricultura familiar, la pesca y cría de animales para proporcionar suficiente alimento y ropa a las personas o las del mundo digital, como el marketing en redes sociales, compra y venta de criptomonedas, y un sinfín de locaciones de servicios.
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Recordemos que a economía de subsistencia es un sistema en el cual cada persona produce lo que necesita, de forma autosustentable y sin depender de los demás. En estas situaciones, los recursos suelen escasear, debido al poco mercado que existe de los productos de primera necesidad. Es un caso complicado, que suele llevar a crisis, ya que no todas las personas pueden llegar a sustentar todas sus necesidades.
Muchos han emprendidos a la compra y venta, tanto en el boca en boca, por medio de las redes sociales o mensajerías como WhatsApp, que se fue acrecentando por la pandemia de COVID-19 en los último 3 años. Así también, el uso del espacio público, se ha visto un aumento de la venta callejera o el surgimiento de mercados informales en plazas o terrenos baldíos de ventas de elementos de segunda mano, alimento y otros servicios.
¿Por qué creció la economía de subsistencia en la crisis en Argentina?
Esto demuestra que, además de la disminución del empleo formal, el número de personas que buscan empleo, desempleados, también ha aumentado durante la crisis y la pandemia de coronavirus. En las condiciones inflacionarias, muchos tienen una segunda entrada más en el hogar, y opta por elaborar alimentos o vender cosas usadas, pero no encontrando oportunidades, muchas veces crea estrategias para aumentar los ingresos a pesar de las brechas de seguridad social en situaciones de escasez de recursos.
Desde el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), marcan que la “informalidad de subsistencia” tiene una relación “absoluta” con la pobreza y en una búsqueda de ingresos, ya sea porque se perdieron los que se tenía, o porque los que hay no alcanzan, el mercado de trabajo se precariza y ganan fuerza inserciones como la changa, la venta ambulante, o los micronegocios.
En conclusión, la economía de subsistencia ha estado en el corazón de la historia de la humanidad. En un principio depende de la agricultura y del uso de animales para el autoconsumo de la sociedad. Hoy se basa en los servicios personales y en la producción y reciclado de lo que ya se tiene.
Las ganancias son pocas, porque es la de autosuficiencia, por lo que el comercio es limitado. También son vulnerables al cambio climático. Como consecuencia, ha traído cambios políticos y se produjeron frecuentes episodios de hambruna y enfermedades mundiales, que provocaron la muerte de la población y posibles disturbios sociales.
