En el día de ayer se conoció la publicación en el boletín oficial del gobierno de la nación de un giro en el destino de fondos para universidades nacionales e institutos culturales y de enseñanza que ahora pasarán a formar parte del presupuesto de diferentes provincias en calidad de asistencia financiera y asistencia social.
El monto gira alrededor de 20 millones de pesos que, según lo que se puede observar en el boletín oficial ya no serán parte del presupuesto universitario y pasarán a formar parte de presupuestos provinciales, aunque en ninguno de los dos casos aclara los destinatarios directos (a qué universidades se les quitará presupuesto y a qué provincias se le asignará). Esta medida se suma a los tarifazos que repercuten de manera directa en las universidades, la negativa a implementar el boleto educativo gratuito y los 500 millones que anunció el presidente que siguen sin llegar a las universidades, profundizan el desfinanciamiento a la educación que comenzó a principio de año. Una vez más, sin argumentos ni nada que lamentarse, el gobierno de Cambiemos reafirma su convicción de desfinanciar la educación pública.
Ante estas medidas, las acciones de los diferentes sectores de la educación no hacen más que profundizarse. Las marchas en defensa de la educación pública que se vivieron en el último mes, como lo fue la marcha del 12 de mayo en Capital Federal y el pasado viernes 20 la marcha de antorchas en nuestra ciudad son dos claros ejemplos de unidad de los diferentes claustros del sector educativo que no están dispuestos a relegar sus derechos ni el derecho al acceso libre y gratuito a la educación.
Por su parte, Darío Estevez, presidente de la Federación Universitaria de La Plata dijo: “es una barbaridad el desfinanciamiento a las universidades, estas medidas no hacen más que aumentar la bronca de los estudiantes y lograr que cada vez seamos más en las calles”.
