Axel Kicillof visitó Berisso en medio de la inundación, pero su pausa para solo fue para tomarse unos mates con Fabián Cagliardi y caminar 150 metros hasta la compuerta del canal de la Avenida Génova.
En medio de una crisis desatada por las intensas lluvias que azotaron la ciudad de Berisso, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, protagonizó un encuentro con el intendente local, Fabián Cagliardi. Sin embargo, más allá de las buenas intenciones declaradas y los recursos prometidos, la escena de Kicillof tomando mates mientras la ciudad sufría las consecuencias del temporal, y televisado a nivel nacional, ha desatado un aluvión de críticas y cuestionamientos sobre la verdadera eficacia de su gestión en momentos de crisis.
Distanciamiento de la realidad: una pausa para mates mientras Berisso se ahoga
En la mañana del miércoles, Axel Kicillof se trasladó al Palacio Municipal de Berisso para reunirse con el intendente Fabián Cagliardi y evaluar la situación de emergencia provocada por las lluvias. Sin embargo, en lugar de centrarse de inmediato en las tareas de ayuda y coordinación, el mandatario provincial se tomó unos quince minutos para compartir mates en el despacho del intendente de caminar la cuadra y media hasta el la compuerta del canal de Avenida Génova y 166.
Esta pausa, aparentemente trivial, ha generado un profundo malestar entre los ciudadanos de Berisso, que ven cómo sus líderes políticos parecen distanciados de la realidad que viven día a día. Y por si fuera poco, estuvo acompañado por el ministro de Gobierno, Carlos Bianco y el ministro de Desarrollo para la Comunidad, Andrés Larroque.
“Es importante que los políticos estén presentes y comprometidos con las necesidades de la comunidad en momentos como este. Ver al gobernador tomarse unos mates mientras nuestras calles están inundadas y nuestras casas se desbordan de agua no transmite precisamente una imagen de liderazgo eficaz”, señaló un vecino indignado que prefirió mantener su anonimato.
Promesas y desafíos: recursos y obras postergadas
Durante la reunión, Kicillof y Cagliardi discutieron sobre la disponibilidad de recursos y la ejecución de obras para mitigar los efectos de la inundación. El intendente destacó la importancia de retomar proyectos hidráulicos que habían sido frenados por el gobierno nacional, y señaló la necesidad de redoblar esfuerzos para concretarlos. Sin embargo, las promesas de inversión y apoyo gubernamental no parecen ser suficientes para tranquilizar a una población que enfrenta una situación de emergencia cada vez más grave.
“Si bien es positivo que se comprometan recursos y se impulsen obras hidráulicas, la realidad es que necesitamos acciones concretas y urgentes para enfrentar esta crisis. No podemos permitir que la burocracia y la falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno pongan en riesgo la seguridad y el bienestar de nuestros vecinos”, expresó un activista local.
Cagliardi: entre el reconocimiento y la preocupación
Por su parte, el intendente Cagliardi reconoció la complejidad de la situación y agradeció el apoyo del gobernador en este momento crítico. Sin embargo, también hizo hincapié en la magnitud del desafío que enfrenta Berisso, con calles inundadas y numerosas familias damnificadas.
“La cantidad inédita de lluvia caída, sumada al enorme caudal de agua que recibe nuestra ciudad desde La Plata, nos enfrenta a un fenómeno meteorológico extremo. Si bien contamos con el respaldo del gobierno provincial, la situación sigue siendo muy difícil y requiere de un esfuerzo conjunto y coordinado”, se quejó Cagliardi de la ciudad que gestiona su cómplice político Julio Alak.
La visita de Axel Kicillof a Berisso en medio de la crisis ha dejado en evidencia las tensiones y los desafíos que enfrenta la gestión de la emergencia. Si bien es alentador ver el compromiso de las autoridades provinciales, la imagen de un gobernador tomando mates mientras la ciudad se enfrenta a una catástrofe natural plantea serias dudas sobre la capacidad de respuesta y la sensibilidad de estos líderes políticos.
