Tal vez sea el aire contaminado de la ciudad de La Plata, tal vez el ruido y el estruendo de la ciudad prohíbe pensar con claridad, tal vez un nuevo virus del que habrá que cuidarse, lo cierto es que uno deja de encontrar pensamientos de lógica para las decisiones políticas sociales que se están tomando en la ciudad de las diagonales.
Esta vez es el turno del flamante director, de “Las Torres”, como se conoce a los edificios gubernamentales dependientes del estado provincial, Carlos Rossi, quien hecho del patio seco de los inmuebles emplazados sobre calle 12, al grupo de danza “Tango La Plata”, bajo la excusa de que se “gasta el piso”.
"Nos dijeron que no podíamos pisar más el piso de la torre", contó Ulises Delleville, quien participa de esta actividad desde hace 6 años, todos los domingos. El artista lamenta esta situación porque "nuestra idea es difundir el tango. Para eso estamos en un espacio público".
"Entre las razones que nos dieron por las cuales no podíamos usar más el espacio era que gastábamos el piso. Lo que ellos no saben es que los tangueros están orgullosos de sacarle brillo al piso", contó el docente de tango que en varias oportunidades salió de gira como bailarín.
El tema tomó gran repercusión: la noticia creció como una bola de nieve. Y entonces el propio Rossi, por intervención y pedido de la Municipalidad de La Plata, dio marcha atrás con su decisión. "Ahora nos dijeron que podemos seguir trabajando en el espacio hasta que nos consigan otro lugar". Pero el mensaje del funcionario bonaerense no termina de ser claro para los organizadores de la milonga.
Parece que todo en la ciudad capital es confuso, y más de uno comienza a entonar éxitos populares de antaño como “mi noche triste”, pintando con un 2 por 4, las sensaciones que provocan semejante locura.
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