Dos fiestas clandestinas fueron clausuradas en Berisso, evidenciando la falta de control municipal y poniendo en riesgo la seguridad pública.
El pasado fin de semana, la Municipalidad de Berisso se vio nuevamente enfrentada a la problemática de las fiestas clandestinas.
A pesar de los esfuerzos de la Dirección de Control Urbano, junto a personal de Seguridad Vial y la policía, dos eventos ilegales lograron organizarse, poniendo en entredicho la eficacia de los controles municipales.
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Denuncias anónimas y respuesta insuficiente
Las clausuras se llevaron a cabo en respuesta a denuncias anónimas recibidas a través del COM, evidenciando una vez más la falta de prevención por parte de las autoridades locales. A pesar de contar con personal especializado, la incapacidad para anticipar y evitar estos eventos irregulares queda en evidencia.
«Nos preocupa que estas fiestas clandestinas sigan sucediendo a pesar de los esfuerzos que estamos haciendo. Necesitamos una estrategia más efectiva para prevenir y disuadir a quienes organizan estos eventos ilegales», expresó un frentista de Berisso que prefirió mantener su identidad en reserva.
Clausuras en detalle: Falta de permisos y descontrol total
La primera fiesta clandestina se detectó en la calle 82 y 700 metros hacia el lado de La Plata, en el barrio Altos de Los Talas. La organización del evento al aire libre incluía un escenario, baños químicos y equipos de sonido, sin tener ningún tipo de permiso o habilitación municipal. La falta de control y supervisión permitió que este tipo de eventos se lleven a cabo sin mayores obstáculos.
En paralelo, la segunda clausura tuvo lugar en calle 163 entre 17 y 18, donde se encontraban más de 300 personas, en su mayoría menores de edad. La magnitud de la reunión evidencia la falta de capacidad de respuesta y control por parte de las autoridades locales.
Infracciones y ausencia de medidas preventivas
Ambas clausuras resultaron en la aplicación de actas por infracción a los artículos N° 85 y 109 del Código Contravencional 1407/90. Sin embargo, la simple imposición de multas no aborda la raíz del problema. La ausencia de medidas preventivas y la falta de una estrategia integral permiten que estas situaciones se repitan de manera constante.
«Es necesario ir más allá de las multas. La comunidad espera respuestas concretas y acciones que eviten que estas fiestas clandestinas sigan representando un peligro para todos nosotros», sostuvo otro vecino de Berisso.
Llamado a la responsabilidad Municipal y Seguridad Pública en Riesgo
El incidente resalta la necesidad de una revisión profunda de las políticas y estrategias implementadas por la Municipalidad. La falta de control y la carencia de medidas preventivas adecuadas ponen en riesgo la seguridad pública y la salud de la comunidad.
«Es urgente que las autoridades municipales refuercen los controles y establezcan medidas más efectivas para prevenir estas situaciones. La seguridad de la población está en juego y no podemos permitirnos más fallos en este aspecto», concluyó un residente preocupado.
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