Mario Firmenich reaparece en la escena política argentina con un mensaje que reaviva tensiones y revive la polémica sobre Montoneros.
Temas del artículo
El retorno de Firmenich: una amenaza al pasado reciente
Mario Firmenich, exlíder del grupo terrorista Montoneros y una de las figuras más controvertidas de la historia reciente de Argentina, ha vuelto a la palestra pública con un mensaje que ha despertado una tormenta de críticas.
En medio de un revisionismo histórico que busca blanquear la violencia de los años 70, Firmenich lanzó un curso titulado «Herramientas Teóricas para el Proyecto Nacional», dirigido a jóvenes militantes y promovido por el espacio ultrakirchnerista «Encuentro Patriótico«. La aparición del exguerrillero, quien fuera indultado por el expresidente Carlos Menem, ha generado un profundo rechazo entre aquellos que ven en él a un símbolo de impunidad y violencia armada.
Firmenich no se limitó a dar una simple charla; en su intervención, desafió la narrativa actual sobre los hechos violentos que marcaron la década del setenta, cuestionando si los factores que dieron lugar a Montoneros eran irrepetibles o si, por el contrario, podían replicarse en la política actual. Su mensaje fue claro: las lecciones del pasado deben servir para construir una nueva alternativa política. Esta retórica, revestida de un revisionismo peligroso, no solo pretende resignificar el papel de Montoneros, sino también ofrecerlo como un modelo a seguir para las nuevas generaciones.
Ver esta publicación en Instagram
Encuentro Patriótico: una alianza con antecedentes oscuros
El curso de Firmenich fue organizado por Encuentro Patriótico, un espacio político que aglutina figuras de la extrema izquierda vinculadas al kirchnerismo. Entre sus líderes se encuentra Fernando Esteche, conocido por su cercanía con la dirigente jujeña condenada por corrupción con prisión domicilaria en La Plata, Milagro Sala y su rol en la organización Quebracho, una agrupación famosa por su participación en actos violentos y manifestaciones callejeras.
Además, la presencia de Firmenich en este espacio ha despertado especulaciones sobre la relación entre Julio de Vido, exministro de Planificación durante el kirchnerismo, y Encuentro Patriótico. Aunque el entorno de de Vido ha desmentido su vinculación formal con este espacio, su participación en eventos del mismo ha dejado en evidencia los lazos que lo conectan con esta organización. La figura de de Vido, condenado por corrupción, no hace más que reforzar la sensación de que Firmenich ha encontrado en el kirchnerismo un refugio para revalidar su legado.
Villarruel y la relectura de los 70: un choque inevitable
El regreso de Firmenich no se da en un vacío político. La vicepresidente Victoria Villarruel, conocida por su firme postura en contra del terrorismo de los 70, ha sido una de las principales críticas del exlíder montonero. El 27 de agosto de 2024, Villarruel encabezó un acto en el Senado en conmemoración de las víctimas del terrorismo, donde reclamó la prisión de los exintegrantes de Montoneros, a quienes acusa de haber sembrado el terror en el país.
Villarruel ha liderado una relectura del pasado que busca equilibrar la balanza histórica, señalando que los crímenes de Montoneros y otras organizaciones guerrilleras no deben quedar impunes. Su postura ha generado una fuerte polarización, sobre todo en sectores ligados al kirchnerismo, que ven en este enfoque una amenaza a la narrativa que ha dominado la memoria colectiva desde la vuelta de la democracia.
La controversia se intensificó cuando se conocieron fotos de diputados de La Libertad Avanza, partido aliado a Villarruel, posando con represores condenados por delitos de lesa humanidad. Este hecho exacerbó aún más las tensiones, alimentando el discurso de quienes ven en Villarruel y sus aliados una apología del terrorismo de Estado.
Firmenich y su mensaje: una justificación encubierta de la violencia
En su mensaje, Firmenich no se limitó a responder a Villarruel, sino que planteó una reflexión sobre los factores que llevaron a la creación de Montoneros. «La cuestión a responder era si estos factores fueron circunstancias irrepetibles o si fueron permanentes o recurrentes», afirmó en su charla. Esta declaración no es inocente: bajo una capa de análisis histórico, Firmenich parece justificar los actos de violencia que marcaron a su organización, presentándolos como respuestas a condiciones estructurales del país.
Este tipo de revisionismo histórico es profundamente peligroso, ya que pretende diluir la responsabilidad de Montoneros en los crímenes cometidos durante los años 70. Aunque Firmenich afirma que su intención es ofrecer una reflexión crítica, sus palabras no dejan de ser una justificación velada de la violencia política.
Es importante recordar que Montoneros no solo fue responsable de asesinatos y secuestros, sino que también atentó contra instituciones del Estado, contribuyendo a la desestabilización política que facilitó el ascenso de la dictadura militar en 1976. Firmenich, quien fue acusado de crímenes como el secuestro y asesinato del expresidente de facto Pedro Eugenio Aramburu y la colocación de una bomba en el comedor de la Policía Federal, que causó la muerte de 23 personas, no puede ser visto como un simple activista político.
Las respuestas de Villarruel: un choque directo con Firmenich
Ante las declaraciones de Firmenich, Villarruel no tardó en responder con un mensaje contundente. A través de sus redes sociales, calificó al exlíder montonero como un «buchón y cobarde», y prometió que lucharía para que Firmenich y sus compañeros terminen presos. «El terrorista Firmenich, desde la impunidad que le garantizó el mismo Estado argentino, pretende justificar el accionar terrorista de Montoneros», escribió la vicepresidenta, en un mensaje que refleja la indignación que muchos sienten ante la reaparición de Firmenich en la vida pública.
El terrorista Firmenich desde la impunidad que le garantizó el mismo Estado argentino pretende justificar el accionar terrorista de Montoneros responsable de asesinatos, secuestros, heridas, bombas, ataques a unidades militares, copamiento de pueblos y de sembrar el terror y…
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) September 5, 2024
Villarruel no está sola en su postura. Muchos argentinos, incluidos sobrevivientes y familiares de víctimas de Montoneros, han expresado su repudio ante la impunidad de Firmenich y otros exguerrilleros. La justicia que muchos reclaman no ha llegado, y la posibilidad de que estos crímenes sean olvidados o minimizados por la historia es una amenaza constante.
Un retorno que divide
La reaparición de Mario Firmenich en la escena política argentina ha reabierto viejas heridas que nunca terminaron de cicatrizar. En un contexto político marcado por la polarización y el revisionismo, el regreso de figuras como Firmenich no solo genera rechazo, sino que también pone en riesgo el consenso democrático alcanzado tras la dictadura. La violencia política no puede ser blanqueada ni presentada como una opción válida en el presente.
El desafío para Argentina es mantener viva la memoria histórica sin caer en revisionismos que pretendan justificar lo injustificable. En un momento en que la polarización política parece estar en su punto máximo, es crucial que la sociedad argentina se mantenga alerta ante cualquier intento de resignificar el pasado con fines políticos.
Descubre más desde El Correo Gráfico
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.