El 25 de octubre de 2015 marcó un antes y un después en la vida democrática de Berisso. Ese domingo, los vecinos de esta ciudad del sureste del Gran La Plata acudieron masivamente a las urnas para elegir a su próximo intendente, protagonizando una jornada electoral que quedaría inscripta como histórica. Por primera vez desde la recuperación de la democracia en 1983, el electorado berissense optó por la alternancia política, rompiendo con más de tres décadas de hegemonía peronista en el gobierno municipal.
Jorge Nedela, candidato de la coalición Cambiemos y dirigente de la Unión Cívica Radical, se impuso en los comicios con 20.249 votos, equivalentes al 36,77% del total. Su triunfo sobre Juan Ignacio Mincarelli, representante del Frente para la Victoria, quien obtuvo 19.543 votos (35,48%), se definió por un estrecho margen de apenas 706 sufragios. En tercer lugar se ubicó Ángel Celi, candidato de UNA, con 9.305 votos (16,90%). La participación electoral fue contundente: más de 77 mil electores emitieron su voto en las 222 mesas distribuidas en todo el distrito.
El resultado electoral no solo representó una victoria para Nedela y su espacio político, sino también un punto de inflexión en la historia institucional de Berisso. La ciudad, conocida por su tradición obrera y su identidad fuertemente vinculada al peronismo, demostró ese día que la democracia local había madurado lo suficiente como para permitir y aceptar el cambio de signo político en el gobierno municipal.
Una ciudad con tradición peronista

Para comprender la magnitud del cambio ocurrido aquel 25 de octubre, es necesario repasar la historia política de Berisso en las últimas décadas. Desde la restauración democrática en 1983, el Partido Justicialista había mantenido un dominio casi ininterrumpido sobre la intendencia municipal. Durante más de 30 años, diferentes figuras del peronismo se sucedieron al frente del ejecutivo local, construyendo una identidad política que parecía inmutable.
La ciudad, cuna del 17 de octubre de 1945 y escenario clave en la historia del movimiento peronista argentino, había consolidado una base electoral sólida y leal al justicialismo. Los frigoríficos Swift y Armour, que durante décadas fueron el motor económico de Berisso, habían forjado una cultura sindical y política profundamente arraigada en los valores del peronismo. Esta tradición se reflejaba elección tras elección en las urnas, donde el voto peronista parecía una constante inquebrantable.
Sin embargo, hacia mediados de la década de 2010, el panorama político local comenzó a mostrar signos de cambio. El desgaste de la gestión municipal, las demandas sociales insatisfechas y el deseo de renovación empezaron a permear en el electorado berissense, abriendo espacios para que propuestas alternativas ganaran terreno.
La irrupción de Cambiemos en Berisso

La figura de Jorge Nedela emergió en este contexto como una alternativa viable y concreta frente al oficialismo peronista. Dirigente histórico de la Unión Cívica Radical en la región, Nedela había construido su trayectoria política desde las bases del radicalismo, participando activamente en la vida institucional de Berisso durante años. Su reconocimiento en el ámbito local, sumado al respaldo de la coalición Cambiemos a nivel nacional y provincial, le permitieron armar una propuesta electoral competitiva y atractiva para un electorado que buscaba cambios.
La campaña electoral de 2015 estuvo marcada por un clima de alta competitividad y expectativa. Nedela centró su discurso en la necesidad de renovación, transparencia y eficiencia en la gestión municipal. Prometió trabajar por una Berisso más ordenada, segura y con mejores servicios públicos. Su mensaje de cambio resonó especialmente entre sectores medios, jóvenes y vecinos desencantados con la gestión saliente.

Por su parte, el Frente para la Victoria, representado por Juan Ignacio Mincarelli, intentó capitalizar la tradición peronista y los logros de las gestiones anteriores. Sin embargo, el desgaste acumulado y el clima político nacional, donde el kirchnerismo enfrentaba un año electoral complejo, dificultaron su tarea. La elección presidencial de ese mismo año, que también se disputó en octubre, terminó favoreciendo a Mauricio Macri de Cambiemos, un dato que influyó en el ánimo del electorado local.
La noche del 25 de octubre: un resultado ajustado pero contundente

Cuando comenzaron a conocerse los primeros resultados en la noche del 25 de octubre, la tensión en los búnkeres de los principales candidatos era palpable. El escrutinio provisional mostraba una elección reñida, con Jorge Nedela y Juan Ignacio Mincarelli disputando voto a voto la intendencia. A medida que avanzaba el conteo, la diferencia a favor del candidato radical se fue consolidando, aunque sin alcanzar nunca una brecha amplia.
Finalmente, con el 36,77% de los votos, Nedela se alzó con la victoria. La diferencia de poco más de 700 votos sobre Mincarelli demostraba lo dividido que estaba el electorado berissense, pero también la legitimidad del triunfo radical. El tercer lugar de Ángel Celi, con casi el 17% de los sufragios, evidenciaba además la fragmentación del voto y la búsqueda de alternativas por parte de un sector importante del electorado.
El búnker de Cambiemos en Berisso estalló en festejos esa noche. Los militantes radicales, muchos de ellos protagonistas de décadas de lucha política en la oposición, celebraban no solo una victoria electoral, sino también la posibilidad de demostrar que la alternancia democrática era posible en una ciudad donde el peronismo parecía eternamente hegemónico.
El significado histórico de la alternancia

El triunfo de Jorge Nedela el 25 de octubre de 2015 trascendió lo meramente coyuntural. Representó, ante todo, la consolidación de valores democráticos esenciales en la vida política local de Berisso. La alternancia, entendida como la posibilidad real de que diferentes fuerzas políticas accedan al gobierno a través del voto popular, se convirtió en una realidad tangible para los berissenses.
Desde 1983 hasta 2015, ningún partido político fuera del justicialismo había logrado conquistar la intendencia de Berisso en elecciones libres y democráticas. Esta prolongada hegemonía, si bien legítima y respaldada elección tras elección por la mayoría del electorado, había generado una percepción de que el gobierno municipal era patrimonio exclusivo del peronismo. La victoria radical desmontó ese mito y demostró que, en democracia, ningún espacio político tiene garantizado eternamente el poder.
La alternancia política fortalece las instituciones democráticas porque obliga a los gobernantes a rendir cuentas, incentiva la competencia de propuestas y proyectos, y empodera a la ciudadanía como árbitra final de la vida política. En ese sentido, el 25 de octubre de 2015 no solo cambió quién gobernaba Berisso, sino también cómo se entendía la política local en la ciudad.
El legado de aquella jornada histórica

A casi una década de aquella elección histórica, el impacto del 25 de octubre de 2015 continúa resonando en la vida política de Berisso. Jorge Nedela asumió la intendencia el 10 de diciembre de ese año, convirtiéndose oficialmente en el primer intendente no peronista de la era democrática. Su gestión al frente del municipio, más allá de las evaluaciones que puedan hacerse sobre sus políticas y resultados, representó la materialización de aquel cambio histórico votado por los berissenses.

La Unión Cívica Radical, que durante décadas había ocupado un rol opositor en Berisso, tuvo finalmente la oportunidad de demostrar su proyecto de gobierno. El radicalismo berissense, con una larga tradición en la ciudad pero siempre relegado a un segundo plano electoral, pudo escribir un nuevo capítulo en su historia partidaria local.
Pero más allá de las consideraciones partidarias, lo verdaderamente trascendente de aquella jornada fue el mensaje que el electorado berissense envió: en democracia, el poder no pertenece a ningún partido en particular, sino a la voluntad popular expresada en las urnas. La posibilidad de cambiar, de elegir alternativas, de premiar o castigar gestiones a través del voto, quedó establecida como un principio rector de la vida institucional del distrito.
Berisso después del cambio

La elección del 25 de octubre de 2015 inauguró una nueva etapa en la historia política de Berisso. El pluralismo y la competencia electoral se consolidaron como características permanentes del sistema democrático local. Las elecciones subsiguientes demostraron que el electorado berissense había incorporado la idea de que ninguna fuerza política tiene asegurado el triunfo de antemano, y que cada elección representa una nueva oportunidad para evaluar propuestas y decidir el rumbo de la ciudad.
El peronismo berissense, por su parte, debió procesar la derrota y repensarse como fuerza opositora, algo inédito en su historia reciente. Esta experiencia, aunque dolorosa para la militancia justicialista, también contribuyó a fortalecer la democracia local, generando un sistema político más competitivo y dinámico.
Hoy, cuando se mira en retrospectiva aquella jornada electoral de octubre de 2015, es posible dimensionar su verdadero significado histórico. Jorge Nedela y la Unión Cívica Radical no solo ganaron una elección; protagonizaron un cambio profundo en la cultura política de Berisso, demostrando que la alternancia democrática no era solo un concepto teórico, sino una posibilidad real y concreta.
El 25 de octubre de 2015 quedará para siempre inscripto en la memoria colectiva de los berissenses como el día en que su ciudad dio un paso fundamental hacia una democracia más madura, plural y representativa. Ese día, Berisso escribió una nueva página en su historia política, dejando atrás la idea de que el gobierno municipal pertenecía por derecho natural a un solo espacio político. Y en ese logro histórico, cada vecino que acudió a las urnas fue protagonista de un cambio que transformó para siempre la vida institucional de la ciudad.

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