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El debilitamiento de Cristina Kirchner y la fractura en el peronismo

La rebelión interna en el PJ: Quintela y Kicillof desafían a Cristina Kirchner en una lucha por el poder peronista.

El poder absoluto de Cristina Fernández de Kirchner está siendo desafiado. Las entrañas del Partido Justicialista (PJ) se están fracturando, y la lucha por el liderazgo está comenzando a emerger con fuerza.

Axel Kicillof y Ricardo Quintela, dos figuras que hasta hace poco eran consideradas fieles soldados de Unión por la Patria y del kirchnerismo, ahora parecen estar tejiendo una alianza implícita para disputar el poder a la dirigente más influyente del movimiento peronista. Los murmullos de descontento que antes eran apenas perceptibles hoy crecen hasta convertirse en una verdadera rebelión dentro del peronismo.

El ocaso del liderazgo de Cristina Kirchner

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En los últimos meses, algo ha cambiado en el corazón del kirchnerismo y el peronismo. Cristina Fernández de Kirchner, la figura indiscutible que ha controlado los destinos del movimiento durante más de una década, comienza a ver cómo su poder se diluye frente a una insurgencia interna que ya no puede ignorar. Las señales de este cambio son claras: Axel Kicillof y Ricardo Quintela han comenzado a manifestar abiertamente su deseo de disputarle el control del partido a la expresidenta.

La resistencia, que comenzó como un susurro entre pequeños grupos de dirigentes peronistas, ahora crece con fuerza. Quintela, gobernador de La Rioja, ha sido uno de los primeros en rechazar abiertamente el liderazgo de CFK. La decisión de Quintela de no atender los llamados de la expresidenta y lanzarse como candidato a la presidencia del PJ Nacional ha sido vista como un acto de rebelión sin precedentes.

Este desafío se suma al creciente descontento con el monopolio de decisiones que ejerce La Cámpora, la organización juvenil kirchnerista que, durante años, ha ocupado un lugar central en la estructura del peronismo. Cada vez son más las voces que advierten que el liderazgo de Cristina ha dejado de ser incuestionable, y que la falta de apertura en las decisiones ha generado una fuerte fractura interna.

La alianza entre Kicillof y Quintela: ¿un desafío frontal?

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Uno de los aspectos más significativos de esta fractura es la alianza tácita entre Axel Kicillof y Ricardo Quintela, quienes parecen estar dispuestos a cambiar las reglas del juego dentro del PJ. Esta unión tiene un potencial explosivo. Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires y uno de los principales referentes del kirchnerismo, ha mantenido un perfil ambiguo que ahora resulta molesto para La Cámpora y para los sectores más cercanos a Cristina Fernández.

Desde las filas del kirchnerismo se acusa a Kicillof de «mirar para otro lado» mientras su círculo cercano impulsa críticas abiertas hacia la expresidenta. Esta falta de lealtad es vista como un síntoma de la búsqueda de un proyecto personal, alejado de la figura de Cristina. El malestar dentro de La Cámpora con el gobernador bonaerense es cada vez más evidente, y la falta de apoyo a la expresidenta en momentos críticos ha sido percibida como una traición.

Por su parte, Ricardo Quintela, con su candidatura oficializada bajo el lema «Federalismo y Justicia», ha dejado claro que no tiene intenciones de someterse a la voluntad de CFK. La adhesión del PJ Ensenada, respaldada por figuras como Mario Secco, quien no está afiliado al PJ sino que pernetence al Frente Grande, y Nora Turconi, a la candidatura de Quintela ha marcado una clara postura de confrontación con el kirchnerismo. Este apoyo, que incluye a dirigentes de peso, podría ser determinante en la interna del PJ.

Mario Secco y el respaldo al desafío de Quintela

Mario Secco CFK Cristina Fernandez de Kirchner

El giro de Mario Secco, quien hasta hace poco tiempo era considerado uno de los más fieles soldados del kirchnerismo, ha sorprendido a muchos. El Frente Grande, espacio político de Secco, decidió dar su respaldo a la candidatura de Quintela en una clara señal de que las aguas están divididas dentro del peronismo bonaerense y nacional. Este movimiento ha sido interpretado como una traición por parte del entorno de Cristina Fernández, quien ha acusado a Secco de haber abandonado el barco en el momento más crítico.

El PJ Ensenada, con el liderazgo de Secco, ha dejado en claro que se alinea con Quintela en su batalla contra el kirchnerismo. Esta interna abierta es vista como una muestra más de que el poder de CFK se encuentra en franco retroceso. Cristina Kirchner había intentado construir un bloque de unidad, pero la fractura que representa Secco y su espacio político refleja la imposibilidad de mantener el control absoluto sobre las estructuras partidarias.

En un acto simbólico, Secco ha demostrado que ya no responde a la lógica de la unidad kirchnerista, sino que está dispuesto a apostar por un proyecto alternativo que desafíe a la actual conducción del PJ. La traición de Secco, quien hasta hace poco era uno de los pilares del Frente de Todos, marca un punto de inflexión en la interna peronista.

El costo político de la traición

Mientras tanto, la división interna no solo afecta a Cristina Fernández, sino también a Axel Kicillof. La Cámpora ha empezado a ver a Kicillof como un enemigo dentro de sus propias filas, lo que agrava la crisis de liderazgo dentro del peronismo. Susana González, alfil de Mario Secco en la Legislatura Bonaerense como diputada de Unión por la Patria, ha criticado duramente a La Cámpora por lo que considera un ataque deliberado contra Kicillof en actos públicos. Estas tensiones internas, que ya no se ocultan, reflejan una lucha por el poder que amenaza con destruir la frágil unidad que todavía mantiene al kirchnerismo como una fuerza política relevante.

La situación es aún más compleja por la figura de Javier Milei, que, según algunos sectores del gobierno bonaerense, ha logrado dividir aún más a la oposición peronista y generar un clima de inestabilidad que favorece sus intereses. En lugar de enfrentar a la oposición con una estrategia sólida, el peronismo parece más concentrado en sus batallas internas, debilitando aún más su posición frente al avance de fuerzas emergentes como el liberalismo de Milei.

¿Qué sigue para el peronismo?

La esta semana será decisiva para el futuro del peronismo. El plazo para la presentación de listas de candidatos al PJ Nacional vence el sábado, y tanto Ricardo Quintela como Cristina Fernández de Kirchner deberán tomar decisiones cruciales sobre su futuro político. La pregunta que se plantea es si finalmente habrá una interna abierta entre Quintela y Cristina, o si alguno de los dos optará por bajar su candidatura en pos de un acuerdo que, hasta el momento, parece improbable.

Axel Kicillof, por su parte, se enfrenta al dilema de si se convertirá en el líder de la renovación peronista o si su figura quedará atrapada en la maraña de traiciones y deslealtades que sacuden al kirchnerismo. La incógnita sobre su papel en el futuro del PJ sigue abierta, pero lo que es seguro es que la lucha interna en el peronismo está lejos de resolverse.

El poder de Cristina Fernández ha comenzado a desmoronarse, y figuras como Quintela y Kicillof han dejado claro que están dispuestos a disputar su lugar. El kirchnerismo, que durante años fue sinónimo de unidad férrea y control absoluto, hoy enfrenta su crisis más profunda.


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