En el medio de escándalos por las designaciones de Directores dentro del Ministerio de Economía que responde a Hernán Lacunza ya llevó a la primera confrontación entre gremios y sus administradores.
Según pudo saber este medio, los gremios pusieron el grito en el cielo pero los agrupados en ATE fueron pedir la cabeza en contra de la designada sin la firma correspondiente dentro del Registro de la Propiedad, la kirchnerista María de la Paz Dessy al nombrar como DGA (Director General Administrativo) a un hombre muy allegado a su entorno quien supo sacarle rentabilidad de su cargo dentro del sector de Inversiones Inmobiliarias y Crediticias.
La persona en cuestión sería Leonel De Bruno, un contador con demasiado perfil bajo en lo político y en los puesto que ocupó en la administración del capital público, tanto en Nación como en Provincia y que también supo dar buenos dividendos anotando a las performances económicas para quienes trabajó o colaboró.
El contador De Bruno fue becario en el Ministerio de Economía de la Nación a principios de los 90 en la Contaduría General. Este cargo le valió para luego ser parte del Banco Nación por más de 10 años donde se desempeñó como Inspector Senior ante la entidades financieras de donde supo sacar rédito para sus superiores en el boom del crédito fideicodizados en cuotas, tiempo que le valió para ejercer en un emprendimiento de comercialización y asesoría en Florencio Varela para diversos funcionarios.
Antes de su llegada al Registro de la Propiedad, más exactamente se desempeñó en la Subsecretaría de Tierra Social de la mano de Dessy, a quien le habría ayudado a comprar una propiedad en el exclusivo barrio porteño de Puerto Madero con el retorno de inversiones hechas por su asesoría.
De Bruno mantiene un perfil en las sombras como funcionario y en política ya que no deja rastro alguno por donde se mueve públicamente, pero saltaron los saltamontes de ATE a comentar su pronta designación de la mano de su madrina Dessy como DGA.
Desde lo estatales este lunes último se habrían dirigido a la oficina de Dessy para pedir por la cabeza de De Bruno y de no ser asignado en el cargo como “premio por sus servicios profesionales”. Habría que preguntarse si este dolor de muela seguirá infectando las áreas dependientes del ministro Lacunza alejando el diálogo con los gremialistas a las paritarias.
