El martes 18 de abril trajo un alivio importante para los trabajadores de la cooperativa del Hotel Bauen, ya que la justicia suspendió la orden de desalojo que regía sobre la cooperativa.
Ataliva Dinani, abogado de la Federación a la que está asociada la cooperativa del Bauen -FACTA-, explicó que la decisión tomada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial tiene que ver con entender que la Dra. María Paula Hualde (del Juzgado Comercial número 9, en donde se tramita la quiebra de quien fuera la ex empleadora del Bauen), había cometido un error al negar a los trabajadores el derecho a apelar.
“Ahora, la Cámara se va a abocar a tratar el recurso de apelación y a decidir si, además de suspender, deja definitivamente sin efecto la orden de desalojo que pesa sobre la Cooperativa”, agrega
Asimismo, Dinani afirmó que este “es un triunfo que se debe festejar, un granito de arena de justicia ante tanta oquedad judicial”. Sin embargo, plantea que no hay que perder de vista que la solución sigue siendo la ratificación por parte de ambas Cámaras del Congreso de la Nación, del proyecto que declara de utilidad pública y sujeto a expropiación a las instalaciones del Hotel.
“Lo que va a resolver ahora la Cámara es el fondo de la cuestión: la orden de desalojo emitida por Hualde es prematura y arbitraria porque viola el principio de la división de poderes. Por mandato de la Constitución Nacional en su artículo 83, una vez que se produce el veto presidencial, las Cámaras deben volver a tratar el proyecto vetado y si ratifican su sanción con 2/3 de los votos de los presentes, el proyecto se convierte en ley y queda sin efecto el veto presidencial”, agrega.
En este sentido, señala que sin dar explicaciones, la Jueza se inmiscuye en una facultad que le es propia al Poder Legislativo y procura, con una orden de desalojo, violar mecanismos constitucionales.
“Esta decisión de la Dra. Hualde, confirmada como errónea por la Cámara, no hace más que evidenciar la connivencia que lamentablemente existe entre la Jueza de primera instancia y la ex empleadora de los trabajadores, que figura como Solari SA. En realidad, podemos decir ese nombre como Mercoteles SA, o Bauen SA, pero siempre el hilo conductor sigue siendo la familia Iurcovich, a través de distintos testaferros o ellos mismos, dirigiendo estas empresas en procura de obtener el inmueble (que nunca han pagado) y tratando de burlar los créditos laborales de los trabajadores, que tampoco nunca han sido abonados”, sostiene el abogado.
