Desembarcos en La Plata y Berisso sin acceso a la prensa, sin transmisión y con bajo perfil. Barrio inmutable, larga espera y recorrido exprés.
El dispositivo de seguridad que fue poblando a cuentagotas la apacible diagonal 113 alertó a la gente del barrio platense El Mondongo que una actividad por fuera de los carriles de la cotidianeidad sucedería en la mañana del martes, pero el camión de caballería, el autobomba, los móviles de la Policía Federal y los autos oficiales que desfilaron por allí lejos estuvieron de sacudir la modorra en las inmediaciones del predio donde se desarrollan las obras de la primera planta industrial de fabricación de celdas y baterías de litio del país, la cual fue visitada por el presidente Alberto Fernández en el marco del fixture de su gira de buenas noticias diseñada para mostrarse al timón del barco, en acción.
Durante la hora y media en la que se demoró el arribo presidencial, apenas un par de transeúntes no resistieron la curiosidad de consultar al personal de seguridad sobre las razones de semejante despliegue. Respuesta en mano, una vecina, declarada simpatizante del jefe de Estado, aguardó algunos minutos a un costado del portón de acceso, expectante por hacerse de algún saludo. Sin embargo, pudo sostener la espera solo algunos minutos frente a la persistente ventisca que poco convidaba a la guardia en la intemperie.
Mientras, por aquel portón fue ingresando la comitiva dirigencial y de autoridades de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), casa de altos estudios que otorga el predio donde se desarrollará la planta de baterías de litio y en el que también funciona una sede de la Facultad de Ingeniería. Tras aterrizar el helicóptero a pocas cuadras del lugar, Fernández se hizo presente pasadas las 12:30. Allí lo esperaban el titular de la UNLP, Martín López Armengol; su vice, Fernando Tauber; la diputada nacional oriunda de La Plata, Victoria Tolosa Paz, la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont; el intendente de Ensenada, Mario Secco; el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, y el titular de Y-TEC, Roberto Salvarezza.
La recorrida apenas merodeó la media hora, con la guardia periodística sin acceso y lejos, con la ñata entre las rejas. Mientras promediaba la actividad dentro de las instalaciones, fue convocada a ingresar una docena de trabajadores (con sus cascos puestos) para acoplarse a la recorrida y reforzar la densidad poblacional de las fotos ante el discreto -en lo que a masa dirigencial refiere- despliegue para el desembarco de un jefe de Estado.
El establecimiento que visitó el mandatario es una planta de 1.300 metros cuadrados, donde se prevé una producción anual de unos 13 MWh, lo que equivale a 1.000 baterías para almacenamiento estacionario de energías renovables o unas 50 para colectivos eléctricos. Dispondrá de 70 equipos, algunos de ellos automatizados, y creará 50 puestos de trabajo directos. La puesta en marcha de la producción de celdas está prevista para diciembre, ya que la fábrica se encuentra finalizada y a la espera de la llegada de los equipos, que será en octubre.
Blindado bajo una comunicación controlada, las palabras del Presidente durante esta jornada fueron difundidas por los canales oficiales varias horas más tarde. En ese marco, Fernández aseguró que la “Argentina es la segunda reserva de litio en el mundo” por lo que “no solamente tenemos que exportarlo, sino también industrializarlo”.
Más tarde, el Presidente visitó las instalaciones de Y-TEC (YPF Tecnología), ubicadas en Berisso. “He visto cómo el mundo reclama el litio como energía y tenemos la oportunidad de brindarlo”, expresó el mandatario y aseguró: “Nuestro potencial se multiplica enormemente si lo industrializamos”. En Y-TEC funciona la primera planta nacional a escala de laboratorio que tiene la capacidad de probar nuevos materiales en celdas prototipo de litio en formato comercial. (Letra P)
