El documental «Silencio en la ribera», dirigido por Igor Galuk, se adentra en la conexión entre la Isla Paulino y el célebre escritor argentino Haroldo Conti. A través de una combinación de imágenes de archivo y observaciones contemporáneas, Galuk busca retratar la esencia de un lugar que ha sido testigo de la vida y la obra de Conti, quien visitó la isla poco antes de su desaparición en 1976. Este artículo explora los temas centrales del documental y la relevancia de la obra de Conti en el contexto actual a 100 años de su natalicio.
La inspiración de Conti
La última crónica de Haroldo Conti, titulada «Tristezas del vino de la costa (o la parva muerte de la isla Paulino)», es un punto de partida fundamental para el documental. Galuk explica que al filmar en la isla casi 40 años después de la crónica de Conti, pudo experimentar una conexión profunda con el lugar y sus habitantes. «La atmósfera y la suspensión del tiempo que Conti describió son palpables», afirma Galuk en una entrevista para la Agencia Paco Urondo (APU). Esta percepción se convierte en un hilo conductor a lo largo del documental, donde el pasado y el presente se entrelazan de manera significativa.
La atmósfera de la isla
Uno de los aspectos más sorprendentes que el equipo del documental encontró fue la sensación de atemporalidad en la isla. Al visitar lugares como la habitación que Conti había alquilado, el equipo sintió que el tiempo se había detenido. «Aunque hoy la isla ha cambiado y está más habitada, hay rincones donde parece que el tiempo se ha quedado quieto», comenta Galuk. Esta atmósfera se convierte en un elemento resonante que conecta la obra de Conti con la realidad actual de la isla.
La mirada humanista de Conti
El enfoque del documental en los habitantes anónimos de la isla refleja la mirada humanista de Conti. Galuk destaca que el estilo observacional del documental busca capturar las historias pequeñas pero significativas de la gente que vive en la ribera. «Conti ya se enfocaba en ‘esa otra gente’ de la isla, y nosotros hemos querido continuar esa tradición», explica el director. Este enfoque permite que el espectador se adentre en los «mundos anfibios» que Conti tan bien retrató.
El vino de la costa
Un elemento central en la crónica de Conti es el «vino de la costa». Hoy en día, quintas como la de Miguel Ruscitti continúan produciendo este vino tradicional, junto con conservas y dulces, utilizando recetas familiares. Galuk señala que la importancia simbólica y práctica de esta producción persiste en la isla actual. «El vino de la costa no solo es un producto, sino un símbolo de la identidad de la isla», afirma.
La relación del hombre con el río
La crónica de Conti también aborda la relación de los isleños con el río, un tema recurrente que sigue presente en la vida de quienes habitan la isla hoy. La lucha contra la erosión y los desafíos del entorno son parte de la experiencia cotidiana de los habitantes. «El río es un elemento definitorio del paisaje y de la vida en la isla», explica Galuk. Esta conexión entre el hombre y su entorno es un tema central en la obra de Conti y se refleja en el documental.
El subtexto político y social
La crónica de Conti, publicada en marzo de 1976, un mes antes de su desaparición, contiene un subtexto que refleja el contexto político de un país en decadencia. Galuk destaca que el documental rescata a este «último Conti cronista, comprometido con la realidad social y política». La historia política del país se entrelaza con la historia de la isla y la vida de sus habitantes, un tema implícito en la obra de Conti. «Es importante recordar que Conti no solo era un escritor, sino un testigo de su tiempo», afirma Galuk.
La esencia del lugar
Aunque algunos elementos físicos descritos por Conti han desaparecido con el tiempo, la esencia del lugar y la conexión de su gente con el entorno ribereño persisten. El documental «Silencio en la ribera» logra mostrar que Conti «era la isla también», sugiriendo que su percepción y su espíritu quedaron grabados en el lugar. «La memoria de Conti vive en cada rincón de la isla, en cada historia que se cuenta», sostiene Galuk, enfatizando la importancia de mantener viva la memoria del escritor y su obra.
La vida y obra de Haroldo Conti
Haroldo Conti, nacido el 25 de mayo de 1925 en Chacabuco, provincia de Buenos Aires, es considerado uno de los escritores más importantes de la generación del sesenta en Argentina. Su vida y carrera fueron abruptamente truncadas cuando fue secuestrado y desaparecido en Buenos Aires el 5 de mayo de 1976, en el contexto de la dictadura cívico-militar argentina. A lo largo de su vida, Conti se destacó por su capacidad para combinar la imaginación con un fuerte compromiso político, lo que se refleja en su obra literaria.
Conti se educó en seminarios y estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires. A lo largo de su carrera, trabajó en diversas ocupaciones, incluyendo maestro, empleado bancario, transportista y redactor publicitario, además de su labor como docente y escritor. Entre sus obras más notables se encuentran las novelas «Sudeste» (1962), «Alrededor de la jaula» (1966), «En vida» (1971) y «Mascaró, el cazador americano» (1975). Su literatura se caracteriza por un marcado lirismo y una atención a la exactitud en lo cotidiano.
El compromiso político de Conti
Por su compromiso ideológico, su militancia en el PRT-ERP y sus vínculos con Cuba, donde integró el jurado del premio Casa de las Américas, Conti estaba en la mira de las Fuerzas Armadas que semanas antes habían dado un golpe de Estado. Rechazó una Beca Guggenheim por convicciones ideológicas contra la «penetración cultural del imperialismo norteamericano». A pesar de saber que estaba vigilado tras el golpe de estado de 1976, decidió quedarse en el país, con el lema «Este es mi lugar de combate, y de aquí no me moveré». Su valentía y compromiso con la verdad lo convirtieron en un símbolo de resistencia cultural izquierdista argentina.
Su última crónica, «Tristezas del vino de la costa», es particularmente significativa, ya que fue publicada un mes antes de su desaparición. En ella, Conti retrata la esencia de la Isla Paulino y sus habitantes, y se considera premonitoria del contexto político y de su propia desaparición. «Conti ya había capturado la realidad de la isla y su gente en su última obra», señala Galuk, quien busca rendir homenaje a este legado a través de su documental.
La memoria de Haroldo Conti
La memoria de Haroldo Conti es honrada de diversas maneras en la actualidad. El Día del Escritor Bonaerense, celebrado el 5 de mayo, conmemora su vida y obra. Además, se han establecido centros culturales que llevan su nombre, se ha corregido su legajo en su antigua escuela para reflejar la desaparición forzada, y se ha colocado una baldosa conmemorativa en su honor. La Casa Museo Haroldo Conti, ubicada en su antigua vivienda del Delta de Tigre, se ha convertido en un espacio dedicado a preservar su legado y a recordar su contribución a la literatura y la cultura argentina.
El pasado y el presente en un grito
El documental «Silencio en la ribera» no solo es un homenaje a Haroldo Conti, sino también una reflexión sobre la Isla Paulino y su gente. A través de la mirada de Igor Galuk, se exploran las conexiones entre el pasado y el presente, y se destaca la importancia de recordar y honrar a aquellos que han sido silenciados. La obra de Conti sigue siendo relevante en la actualidad, y su compromiso con la realidad social y política resuena en las historias de los habitantes de la isla.
El legado de Haroldo Conti perdura en la memoria colectiva, y su obra continúa inspirando a nuevas generaciones de escritores y cineastas. «Silencio en la ribera» es un recordatorio de que la literatura y el arte tienen el poder de dar voz a los que han sido olvidados y de mantener viva la memoria de aquellos que lucharon por la verdad y la justicia.
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