Los dichos del presidente Mauricio Macri, en Davos, sobre la figura del tigrense Sergio Massa, generaron más de una polémica en los ámbitos políticos del Peronismo. Subido al pedestal como la figura más influyente de la oposición, según la visión del mandatario de la nacional, pusieron al líder del Frente Renovador, en una situación difícil, dada la convulsionada etapa que vive hoy el Partido Justicialista.
Aunque tercero en cantidad de votos, la imagen de Sergio Massa, tomo una inusitada fuerza gracias al empuje de los dirigentes del oficialismo. Con una sintonía fina, perfecta, con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal y con un sin fin de halagos, provenientes del presidente, Massa comienza a presentarse, ante la opinión pública, mucho más como un socio del gobierno, que como un opositor; y este hecho está siendo analizado tanto puertas afuera, como puertas adentro del Frente Renovador.
Socios electorales como Felipe Solá y el Cordobés de la Sota, comenzaron a apartarse un poco del lineamiento del líder que supo oficiar como estrella central, en el último balotaje electoral que definió la presidencia de la nación. Tal vez ante estas circunstancias es que apenas piso el país, Massa, oficializo ante la prensa, que su candidato a dirigir los destinos del PJ, era el mediterráneo, Juan Manuel de la Sota.
Esta decisión sorprendió a algunos que minimizaban los dichos del presidente, defendiendo la postura del “opositor moderado”, que quería mostrar Sergio Massa, aunque comprendieron que ante los embates recibidos desde todos los sectores del peronismo, lo mejor que se podía hacer era buscar un nuevo candidato, siempre dentro de las filas del frente renovador. Es así que la bendición recayó sobre el ex gobernador cordobés, Juan Manuel de la Sota, que tendrá un largo camino por recorrer, si es que quiere hacer realidad el sueño de presidir el Partido Justicialista.
Crédito Foto: Infobae
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