El vicepresidente del SENASA, Rodolfo Acerbi, advirtió sobre la gripe aviar que se puede seguir comiendo pollos, y pidió evitar el contacto con aves muertas o con conductas nerviosas.
En declaraciones a por FM 97Une, explicó que “hace 25 años que la gripe aviar está presente en el mundo” a partir de una corriente migratoria que, en principio, no contemplaba a América del Sur pero ahora eso cambió.
El funcionario informó que “declaramos el alerta amarillo con la aparición de casos en República Dominicana”, estado que “pasó a naranja cuando el virus llegó a Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia y norte de Chile”. Además, recordó que “el año pasado hicimos un simulacro de 4 días en la provincia de Santa Fe con fuerzas policiales, gendarmería y el sector privado para estar todos bien entrenados” ante cualquier eventualidad.
Acerbi detalló que la enfermedad estaba presente en la “línea migratoria Europa-Estados Unidos y, como nosotros teníamos una línea de migración por el lado del Pacífico; América del Sur, Argentina, Uruguay y todo el Mercosur estábamos tranquilos”. Sin embargo, ahora “cambió la situación porque las aves migratorias tienen la corriente del Pacífico pero también hay un vuelo trasversal”.
El médico veterinario aclaró que “no hay un riesgo altísimo de contaminación al humano porque en 25 años solamente dos granjeros (uno de Estados Unidos y otro de Ecuador) tuvieron la enfermedad por entrar a granjas contaminadas” debido a que “el aire libre y el sol inactivan el virus”. En ese sentido, precisó que “se puede seguir consumiendo pollos y huevos tranquilamente porque no va haber ningún problema mientras seguimos manteniendo la higiene, no sólo por influenza sino también por salmonelosis. La enfermedad no se contagia por consumo”.
De todos modos, recomendó “no tocar las aves muertas ni con sintomatología nerviosa o rara, como si estuvieran alcoholizadas, aquellas que se caen o no pueden volar”. En ese caso, pidió “avisar al 011-5700-5704 para que nosotros podamos tomar las muestras”. A su vez, exhortó a quienes “críen gallinas para consumo o sean ponedoras que las dejen en prisión preventiva en su gallinero para que no tengan contacto con ninguna ave migratoria que las pueda contagiar”.
