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Se presentó la décima edición de la revista carcelaria “Atrapamuros”

El sábado 6 de abril se presentó la décima edición de la revista Atrapamuros, titulada “La salida es colectiva: organización popular en cárceles”. La revista, declarada de interés cultural y educativo por la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires en el año 2017, es realizada anualmente por la organización Atrapamuros, con el objetivo de poner en debate distintos aspectos de la realidad de las cárceles bonaerenses.

“Esta revista condensa diez años de militancia, no sólo dentro de la cárcel sino afuera. Nos hemos encontrado con realidades duras, difíciles, que nos han llevado a reinventarnos y a buscar nuevas formas de intervenir en el territorio”, afirmó Jorgelina Caruso, integrante de la organización Atrapamuros. A su vez, explicó que el título de la revista se debe a que “a la injusticia le hacemos frente con organización”.

La jornada se llevó adelante en el Centro Social y Cultural Olga Vázquez de La Plata. Además de las cooperativas de ex detenidos Los Topos, Las Termitas y RIF, participaron organizaciones sociales, el Grupo de Estudios Sobre Educación en Cárceles (GESEC), integrantes del Programa de Acompañamiento Universitario en Cárceles (PAUC) de la Universidad de La Plata y del Programa de Acompañamiento a Estudiantes Privados/as de la Libertad (PAEPL) de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. También estuvieron presentes el proyecto de extensión de la UNLP “Derecho al cielo nocturno”, integrantes de la Comisión Provincial por la Memoria, así como distintos investigadores, referentes y activistas en relación a la temática.

Se presentó la décima edición de la revista carcelaria "Atrapamuros"

Osvaldo Foti, fundador de la cooperativa RIF, comenzó el panel de presentación hablando de su experiencia como estudiante en contexto de encierro: “resistíamos los traslados del Servicio Penitenciario y luchábamos para acceder a la educación, algo que nos fue negado desde antes de ir a la cárcel incluso. Uno cuando está detenido, está privado de su libertad ambulatoria, no del derecho a la educación. Hacíamos escritos para los pibes que no tenían noción de su causa o que no sabían leer y escribir, también enseñábamos a leer y escribir”. A su vez, se refirió al surgimiento de la cooperativa RIF en el año 2014: “La cooperativa no es que la hicimos porque es algo que está de moda, somos excluidos del sistema formal de trabajo, por ser morochos, por tener antecedentes, aunque hoy en día no consigue laburo nadie”, afirmó.

Luego fue el turno de Luis Magallanes, presidente de la cooperativa Los Topos, quien señaló que el artículo 64 de la Ley de Cooperativas limita la inclusión de las personas ex detenidas por poseer antecedentes penales: “No recibíamos la matrícula de la cooperativa porque teníamos antecedentes.

Era como una burla para nosotros, porque queremos dejar de delinquir, somos trabajadores excluidos que el sistema no reconoce, la única oportunidad que tenemos es formar una cooperativa pero hay una ley que no te permite formar parte del cuerpo administrativo. Ahí descubrimos el poder de la organización, era la única forma de conseguir la matrícula y que nos reconozcan como trabajadores”.

Además, Magallanes explicó que las cooperativas son “la única oportunidad de trabajo” que tienen cientos de jóvenes para no volver al delito. En este sentido, señaló que Los Topos desarrollaron distintas estrategias de contención a los jóvenes del barrio Derqui de Tres de Febrero, a partir de la creación de un club barrial y un comedor.

También estuvo presente en el panel Florencia Alemán, militante feminista e hija de Marcela Mendoza, sentenciada a cadena perpetua por el fallecimiento de su ex pareja Eduardo Gómez, quien había sido denunciado en dos oportunidades por violencia de género. Alemán se refirió a las vivencias de los familiares de detenidos y sostuvo que “la condena es siempre compartida. Tanto mis hermanos y hermanas como yo, al igual que mi vieja, estamos contando todos los días para abrazarla por fuera de esas cuatro paredes. Vamos contando los días hasta la próxima visita. Vamos viendo qué nos ponemos, porque si es negro no te dejan, si es azul tampoco, si es ojotas menos, y si es por encima de la rodilla es muy corto para el Servicio Penitenciario. En las cárceles no hay comida, hay hambre, y lo poco que tienen sale del bolsillo de los familiares”. “Lo que vivo cada vez que la voy a visitar, cada vez que hablo con ella, es que en las cárceles no hay salud, no hay educación, y hasta incluso hay muertes. Entonces todavía queda mucho por hacer”, agregó.

Por su parte, Marcelo Magallanes, fundador de la cooperativa de ex detenidos Las Termitas, se refirió a la importancia del trabajo de distintas organizaciones dentro de la cárcel para establecer vínculos que sirvan al momento de salir en libertad: “Lo que a nosotros nos ordena hoy es el trabajo. La economía popular. A su vez, esto es posible gracias a la educación popular. ¿Qué relación hay entre la economía popular y la educación popular? Es exactamente eso: que son populares. ¿Por qué son populares? Porque existen por la necesidad de alcanzar a los marginales. ¿Qué quiere decir ser marginales? Quiere decir exactamente eso: estar al margen. La sociedad se organiza piramidalmente, y según el grado de capacitación, formación, profesionalización que puedas adquirir, vas a ocupar un lugar dentro de ella, sino estás al margen”.

En relación a su paso por la cárcel, Magallanes declaró: “Una vez adentro aparece Atrapamuros, transformando la mirada que teníamos de ella y encontrando otra manera de reclamar nuestros derechos como personas, porque propone y abre otros espacios que nos permiten repensarnos como individuos al margen, y ser partícipes de esta transformación. Y el reclamo ya no es individual”.

Por último, Inés Oleastro, socióloga e integrante del colectivo editorial de la revista Atrapamuros, explicó: “Buscamos mostrar que en la cárcel, los cuerpos y las mentes no paran de andar. Y las revistas de Atrapamuros que fueron saliendo en los distintos años son la sistematización de una práctica, el resultado de una militancia y de la convicción de que entre esos muros que parecen impenetrables, existen grietas y existen posibilidades de respuesta. Entonces nuestra organización es esa que se apoya en los pibes y las pibas en la cárcel, en sus resistencias y sus avanzadas”. “La revista propone pensar toda la organización que hay en la cárcel y en las personas que la atraviesan en sus diferentes dimensiones”, agregó.

La jornada finalizó con música rap a cargo de Alan Garvey y del espacio cultural Boom Batuke. La revista puede conseguirse en el Centro cultural Olga Vázquez (calle 60 entre 10 y 11), o a través de la página de Facebook de Atrapamuros.

Se presentó la décima edición de la revista carcelaria "Atrapamuros"


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