La provincia de Buenos Aires se prepara para un año electoral marcado por incertidumbres políticas y desafíos estratégicos. Como epicentro del padrón electoral argentino, su influencia nacional es innegable. Sin embargo, la fragmentación de los principales frentes políticos complica el panorama: el oficialismo provincial lidia con tensiones internas, mientras que las alianzas opositoras buscan cohesión frente al avance de La Libertad Avanza.
Disputas internas y el rol del gobernador
El oficialismo enfrenta divisiones notorias. La interna entre los seguidores del gobernador Axel Kicillof y los aliados de Cristina Fernández de Kirchner continúa afectando la cohesión en el Partido Justicialista (PJ). Además, persiste la incógnita sobre si las elecciones provinciales se desdoblarán, un tema que genera disputas dentro del kirchnerismo duro y que será clave en las negociaciones para definir las listas.
La oposición fragmentada
En el ámbito opositor, la falta de unidad es evidente. Tanto el PRO como la UCR enfrentan divisiones internas, mientras que la Coalición Cívica y otros espacios están en espera. Por su parte, La Libertad Avanza (LLA), liderada por Javier Milei, busca consolidar su lugar como la principal fuerza opositora en la provincia, aunque no todos los sectores acuerdan con su liderazgo.
Un nuevo mapa político en el sudoeste
La sexta sección electoral, con 651.976 votantes distribuidos en 22 partidos, será un campo de batalla clave en las próximas elecciones. En 2021, los libertarios aún no contaban con la fuerza que ostentan hoy, lo que anticipa cambios en la composición legislativa.
Bahía Blanca, el distrito más grande de la región, será un foco crucial. Actualmente liderado por La Cámpora, con Federico Susbielles al mando, el distrito enfrenta el avance de LLA, que en las últimas elecciones logró un contundente respaldo del 63 % en la región, ganando en todos los distritos. La disputa también se traslada a otros municipios, como Coronel Rosales y Villarino, donde las estrategias locales y provinciales serán determinantes.
Tensiones en el Concejo Deliberante
En Bahía Blanca, el equilibrio de fuerzas en el Honorable Concejo Deliberante (HCD) refleja la fragmentación política. Juntos por el Cambio (JxC), Unión por la Patria (UxP) y los libertarios mantienen una relación tensa, marcada por desacuerdos y denuncias internas. El liderazgo de Federico Susbielles dependerá de su capacidad para neutralizar el crecimiento libertario, apoyándose en aliados regionales como Alejandro Dichiara.
Reforma electoral: un debate polarizante
Un tema que domina el debate político es la posible reforma de la ley que limita las reelecciones indefinidas de los intendentes. Sancionada en 2016 y reformada en 2021, la normativa afecta a 81 de los 135 jefes comunales, entre ellos nombres destacados de todos los espacios políticos.
Posturas divergentes
Desde el oficialismo, algunos sectores buscan modificar la ley, argumentando que limita la voluntad popular. Sin embargo, otros actores, como el PRO y sectores de LLA, se oponen rotundamente a cualquier cambio, considerándolo una herramienta populista. Por su parte, la Unión Cívica Radical (UCR) propone avanzar hacia una reforma constitucional que otorgue autonomía a los municipios para decidir sobre las reelecciones.
Impacto en los principales partidos
La legislación actual afecta significativamente a Unión por la Patria, con 52 intendentes alcanzados, incluyendo figuras como Mayra Mendoza (Quilmes) y Mario Secco (Ensenada). En el radicalismo, 17 de los 27 intendentes no podrán postularse nuevamente, mientras que el PRO enfrenta un desafío similar con ocho alcaldes limitados por la norma. Vecinalistas y otros espacios también deberán reconsiderar sus estrategias locales.
Posibles soluciones
En el oficialismo, el Frente Renovador se posiciona como un posible mediador en la búsqueda de consenso. Según Alexis Guerrera, presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, “no se entorpecerán las negociaciones si se alcanza el consenso necesario”. Sin embargo, la oposición libertaria y sectores del PRO muestran resistencia a flexibilizar la normativa.
El desafío de 2025
Con un panorama político marcado por divisiones y una competencia intensa, el 2025 se perfila como un año crucial para la política bonaerense. Los principales frentes deberán superar sus tensiones internas y articular estrategias claras para afrontar un electorado cada vez más fragmentado y polarizado.
La incertidumbre sobre las reelecciones, el papel de los libertarios y la fragmentación de las alianzas tradicionales son solo algunos de los desafíos que definirán el futuro político de la provincia más influyente del país.
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