La Alianza Argentina para la Igualdad y la Libertad Religiosa (ALIRA) se ha conformado oficialmente, buscando garantizar la equidad religiosa en todo el país.
En un contexto donde la diversidad religiosa en Argentina enfrenta desafíos históricos, la reciente constitución oficial de la Alianza Argentina para la Igualdad y la Libertad Religiosa (ALIRA) marca un hito importante en la lucha por la equidad y el reconocimiento de todas las confesiones en el país.
Esta organización, cuyo propósito es velar por la libertad religiosa en todo el territorio nacional, también busca asesorar y asistir jurídicamente a las distintas denominaciones religiosas que así lo soliciten, según informaron sus fundadores, los ministros religiosos Gabriel Miraz Piczaka y Carlos Rithaud, presidente y secretario de ALIRA, respectivamente.
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Objetivos y misión de ALIRA
El principal objetivo de ALIRA es garantizar la libertad religiosa en Argentina. Esta tarea incluye peticionar ante los poderes del Estado –a nivel nacional, provincial y municipal– el cumplimiento de las leyes vigentes en esta materia. Según el reverendo Gabriel Miraz Piczaka, presidente de la alianza, este es un paso fundamental para asegurar que la igualdad religiosa sea una realidad palpable y no solo un ideal abstracto.
“Sin igualdad religiosa no tenemos una completa libertad religiosa en Argentina,” afirma el lema de ALIRA, una declaración que, según Miraz Piczaka, es un reflejo de la situación asimétrica que persiste en el país. A pesar de que Argentina se declara laica, el reverendo sostiene que se ha otorgado beneficios desproporcionados a un solo culto. Esta afirmación se basa en lo que considera una mala interpretación del artículo 2° de la Constitución Nacional, que establece que el gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano.
Desempolvando proyectos olvidados
En el siglo XXI, argumenta Miraz Piczaka, es necesario revisar y revitalizar los proyectos que han sido presentados anteriormente en el Congreso Nacional y que abordan la cuestión de la igualdad religiosa. Según él, Argentina no puede aspirar a ser parte del primer mundo sin antes avanzar en políticas públicas que consagren en ley la igualdad religiosa. Esto incluye, entre otras cosas, que los distintos credos constituidos en Argentina dejen de ser meros espectadores o simples invitados de protocolo en eventos dominados por un culto mayoritario.
“La libertad religiosa no es un mero acto institucional que cada año se conmemora y después queda guardado hasta el año siguiente,” expresó el reverendo Carlos Rithaud, secretario de ALIRA. Rithaud subraya que este debería haber sido el punto de partida para una verdadera igualdad, que permita a todos los credos participar en capellanías en las fuerzas armadas, de seguridad y penitenciarias, así como en hospitales y en institutos de menores en todo el país.
La igualdad como cuestión de derechos
El presidente de ALIRA, Gabriel Miraz Piczaka, enfatiza que la lucha por la igualdad religiosa no es una cuestión de peleas caprichosas sino una cuestión de igualdad de derechos. Según él, los postulados de ALIRA buscan eliminar la necesidad de dar explicaciones permanentes sobre la identidad y misión de las distintas confesiones religiosas.
“Para poner solo un ejemplo, la inmensa tarea religiosa y social que llevan a cabo los distintos ministros de cultos en cárceles, hospitales, hogares de niños y ancianos, entre otros, es un reflejo del impacto positivo que tiene la diversidad religiosa en nuestra sociedad,” puntualiza Miraz Piczaka.
La composición de ALIRA
ALIRA es una organización que refleja la diversidad religiosa de Argentina, estando constituida por miembros de las tres grandes religiones del tronco abrahámico: cristianos, judíos y musulmanes. Además, incluye a representantes de otras religiones que están legalmente inscriptas en el país, lo que demuestra su compromiso con la inclusión y la pluralidad.
Desafíos y perspectivas
La conformación de ALIRA llega en un momento crítico para la libertad religiosa en Argentina. A pesar de la existencia de un marco legal que protege esta libertad, las asimetrías en la aplicación de la ley y el trato preferencial hacia ciertas confesiones siguen siendo un problema latente. La alianza busca abordar estos desafíos de manera directa, proponiendo soluciones que promuevan una verdadera igualdad entre todas las religiones.
La labor de ALIRA no se limita solo al asesoramiento jurídico, sino que también incluye la promoción de un diálogo interreligioso que permita a las distintas confesiones trabajar juntas por un objetivo común: la libertad y la igualdad religiosa en Argentina. Este enfoque multidimensional es lo que, según sus fundadores, diferencia a ALIRA de otras organizaciones similares que han existido en el pasado.
“No se trata solo de defender nuestros derechos, sino de construir un país donde todas las religiones tengan las mismas oportunidades de contribuir al bien común,” afirma Carlos Rithaud. Esta visión inclusiva es lo que impulsa a ALIRA a trabajar de manera proactiva en la promoción de políticas públicas que reflejen los valores de libertad e igualdad.
Un llamado a la acción
Para cumplir con su misión, ALIRA hace un llamado a todas las confesiones religiosas del país a unirse a esta causa común. Según Gabriel Miraz Piczaka, “es necesario que todas las voces sean escuchadas” y que las diferentes religiones trabajen juntas para asegurar que Argentina se convierta en un país verdaderamente laico donde la libertad religiosa sea más que un principio en el papel.
En conclusión, la conformación de la Alianza Argentina para la Igualdad y la Libertad Religiosa representa un paso significativo hacia la construcción de una sociedad más equitativa y justa en términos de libertad religiosa. A través de su trabajo, ALIRA espera no solo defender los derechos de todas las confesiones religiosas en Argentina, sino también promover un cambio cultural que permita que la diversidad sea vista como una fortaleza y no como una fuente de división.
Este esfuerzo, señalan sus fundadores, es solo el comienzo de un camino largo y complejo, pero necesario para garantizar que todos los argentinos, independientemente de su fe, puedan vivir en un país que respete y valore la diversidad religiosa. “La libertad religiosa es un derecho fundamental, y ALIRA está aquí para asegurarse de que se respete en todos los rincones de nuestro país,” concluye Miraz Piczaka.
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