todos los que tenemos la dicha de tener un trabajo, sabemos que a los días viernes se llega con lo justo. El cansancio, el estrés, la ansiedad, los problemas personales y más, van contribuyendo para transformar, al último día hábil de la semana, en una bomba a punto de explotar al más mínimo roce. y en Berisso explotaron tres juntas.
Por primera vez, desde que asumió como intendente municipal, Jorge Nedela, se encontró con situaciones realmente delicadas, que involucran a gente de su gestión.
El primero de los casos tiene como referente a una de las personas más cuestionadas desde su designación y no justamente por tener malos antecedentes, sino por no ser una habitante de la ciudad de Berisso, la directora de personal, Eliana Bertino, quien según los dichos habría presentado su renuncia luego de sentir la presión de los gremios, quienes primero apuntaron sobre el hecho de no ser de la ciudad, luego hablaron de persecución y en este último tramo, acusaron de destrato, a la funcionaria, quien agobiada por tanto ataque, habría presentado su dimisión al intendente, quien logró aplacar su malestar y convencerla de continuar, al menos momentáneamente. recordemos que la tarea de la funcionaria no es sencilla, «pobre mujer, le dieron el trabajo más duro, tiene que poner la cara y decirle a los que estaban acomodados en un escritorio que se les terminó» expresó un ex funcionario de la anterior gestión.
Las otras bombas explotaron juntas, también cansados de tanta pelea diaria, según cuentan. se dio en la secretaria de promoción social a cargo de Manuel Simonetti, donde el calor de la nueva gestión levantó temperatura en un verano que de por si viene muy pesado.
Según cuentan, las discusiones vienen desde el momento de la asunción y son fogoneadas desde la política y las redes sociales, tornando denso el ambiente de trabajo. Hasta se habló de incidentes que derivaron en un empleado yendo al hospital, cuestión que fue tajantemente negada por el municipio, aunque sí confirmaron «algunos problemas».
Lo concreto es que el viernes último, algo colmo el vaso, y tanto el secretario del área como su esposa, Mónica Neyes, quien cumple funciones en el área, como directora de Acción Social, se dirigieron al despacho del intendente para presentar su renuncia, cuestión que también fue abortada tras el apaciguamiento del alcalde de la ciudad, quien habría prometido volver, ya que según pudo saber este medio ya lo habría hecho antes, a hablar con los empleados del área, buscando calmar las aguas.
«Las renuncias son sólo rumores», manifestó un alto mando municipal. Lo cierto es que el malestar existe entre la nueva y la vieja administración, la falta de experiencia, en cuanto ha manejo de situaciones, se hace notar en el nuevo gabinete, acostumbrado a ser oposición y no jefes, mientras que por el otro lado, la presión, el conocimiento del juego político, las roscas, propias de gente que se cree con atribuciones que ya no existen, se hacen sentir.
Se terminó la transición pacífica y ejemplar, habrá que ver quien aguanta más y sobre todo, que estas peleas no afecten al vecino.
Imagen Dispensario Tetamanti: Google Street View
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