La reciente rendición de cuentas de la gestión del intendente Julio Alak ha dejado a muchos platenses con una sensación de inquietud. Según el informe presentado, el ejercicio fiscal cerró con ingresos por $261.325 millones y gastos por $219.423 millones, lo que resultó en un superávit de $32 mil millones. Sin embargo, la forma en que se ha distribuido este presupuesto ha generado críticas y cuestionamientos sobre la prioridad de las inversiones.
Gasto en obras: ¿una necesidad o un derroche?
El área que más ha absorbido recursos es la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos, con un gasto que asciende a $105 mil millones, lo que representa un 48% de los gastos totales. Este dato es alarmante, ya que plantea la pregunta: ¿son estas obras realmente necesarias o se trata de un gasto desmedido que podría haberse utilizado en otras áreas más críticas?
En contraste, la Secretaría de Educación recibió $27 mil millones, apenas un 12,3% del total, lo que pone de manifiesto una clara desproporción en la asignación de recursos. La Secretaría de Seguridad, que debería ser una prioridad en tiempos de creciente inseguridad, solo recibió $6.700 millones, un 3,05% del total. Esta situación ha llevado a muchos a cuestionar las decisiones de Alak y su equipo.
La falta de un presupuesto aprobado
Un aspecto que complica aún más la situación es que esta rendición de cuentas no puede ser contrastada con un Presupuesto municipal aprobado, ya que el año pasado se prorrogó el de 2023 ante la falta de presupuestos a nivel nacional y provincial. Esto genera un vacío de control y transparencia que podría estar facilitando el gasto desmedido y la falta de rendición de cuentas.
Campañas de imagen: ¿una cortina de humo?
En medio de este panorama, la Municipalidad de La Plata ha lanzado una campaña bajo el lema «Estamos», que busca resaltar la labor realizada durante el primer año de gestión de Alak. Sin embargo, muchos ciudadanos ven esta iniciativa como una cortina de humo para desviar la atención de los problemas reales que enfrenta la ciudad.
«Queremos contarte lo que estamos haciendo día a día para transformar nuestra ciudad en el lugar que todos queremos», reza el mensaje de la campaña. Sin embargo, la realidad es que muchos platenses sienten que las obras y mejoras anunciadas no son suficientes para abordar las necesidades urgentes de la comunidad.
La recuperación del espacio público: un gasto cuestionable
Uno de los ejes centrales de la campaña es la recuperación del espacio público, destacando la restauración de la Plaza San Martín. Aunque estas obras son importantes, la pregunta que surge es si el gasto en estas iniciativas es realmente justificable, especialmente cuando hay áreas como la educación y la seguridad que requieren atención urgente.
Las autoridades locales han afirmado que se han reacondicionado más de 5 mil frentes y que se han intensificado las tareas de bacheo y reparación de calles. Sin embargo, muchos ciudadanos se preguntan si estos esfuerzos son suficientes para mejorar la calidad de vida en la ciudad.
La simplificación de trámites: un avance insuficiente
La campaña también destaca la simplificación de más de 75 trámites que ahora pueden realizarse en un solo lugar, el Centro Administrativo Municipal (CAM). Aunque esta medida es un avance, muchos platenses consideran que no aborda los problemas más profundos que enfrenta la ciudad, como la falta de seguridad y la necesidad de una educación de calidad.
La inversión en educación: un área olvidada
La inversión en la refacción de 80 escuelas es otro de los puntos destacados por la gestión de Alak. Sin embargo, muchos padres y educadores se sienten frustrados al ver que la educación no ha sido una prioridad en el presupuesto municipal. La falta de recursos en este sector crítico podría tener consecuencias a largo plazo para la comunidad.
La cultura y la identidad: un enfoque superficial
Finalmente, la campaña también menciona el trabajo para recuperar la identidad artística de la ciudad. Aunque es importante fomentar la cultura, muchos ciudadanos consideran que este enfoque es superficial y no aborda los problemas estructurales que enfrenta La Plata.
Un llamado a la responsabilidad
La gestión de Julio Alak ha generado un amplio debate en La Plata sobre la prioridad de las inversiones y el gasto desmedido en obras. Si bien es innegable que algunas iniciativas pueden contribuir a la mejora de la ciudad, la falta de un enfoque equilibrado y la ausencia de un presupuesto aprobado generan serias dudas sobre la efectividad de su gestión.
Los platenses merecen un gobierno que priorice sus necesidades más urgentes, como la educación, la seguridad y la salud, en lugar de concentrar recursos en obras que, aunque necesarias, no son la solución a los problemas estructurales que enfrenta la ciudad. La falta de transparencia y la ausencia de un control efectivo sobre el gasto público son aspectos que deben ser abordados con urgencia.
La voz de los ciudadanos
Es fundamental que los ciudadanos de La Plata se expresen y exijan una rendición de cuentas clara y precisa sobre cómo se están utilizando los recursos municipales. La participación activa de la comunidad es esencial para garantizar que las decisiones tomadas por el gobierno local reflejen las verdaderas necesidades de la población.
«Es hora de que el intendente escuche a los platenses y priorice lo que realmente importa», afirma un vecino de la ciudad. «No podemos permitir que se sigan despilfarrando recursos en obras que no son urgentes mientras nuestras escuelas y barrios siguen en crisis».
Un futuro incierto
A medida que La Plata avanza hacia el futuro, es crucial que la gestión de Julio Alak tome en cuenta las preocupaciones de los ciudadanos y ajuste su enfoque en la asignación de recursos. La ciudad necesita un liderazgo que no solo se enfoque en la imagen y la propaganda, sino que también esté comprometido con el bienestar de sus habitantes.
La falta de un presupuesto aprobado y la concentración de gastos en áreas específicas son señales de alerta que no pueden ser ignoradas. Los platenses merecen un gobierno que actúe con responsabilidad y que esté dispuesto a rendir cuentas por sus decisiones.
Reflexiones finales
La gestión de Julio Alak en La Plata es un claro ejemplo de cómo un gasto desmedido puede generar desconfianza y preocupación entre los ciudadanos. La falta de un enfoque equilibrado en la asignación de recursos y la ausencia de un presupuesto aprobado son aspectos que deben ser abordados con urgencia.
Es fundamental que los platenses se mantengan informados y activos en la defensa de sus derechos y necesidades. Solo a través de la participación ciudadana y la exigencia de transparencia se podrá lograr un cambio real en la gestión municipal.
La Plata necesita un futuro donde la educación, la seguridad y la salud sean prioridades, y donde el gasto público se utilice de manera responsable y efectiva. La voz de los ciudadanos es clave para lograr este objetivo y garantizar que la ciudad avance hacia un futuro más justo y equitativo.
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