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Análisis - Opinión Buenos Aires Medio Ambiente

Desarrollo sostenible: un camino a seguir para la consolidación de la Argentina

(Por Manuel Frávega)* En pocos días se cumplirán dos años de la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por la Asamblea de las Naciones Unidas. Se trata de 17 objetivos universales, integrales y relacionados para el período 2016-2030. Buscan apoyar el desarrollo, erradicar la pobreza, mejorar las condiciones de vida de las personas del planeta y hacer frente al cambio climático. Resulta muy alentador que la preocupación por un futuro sostenible sea uno de los ejes de atención de la agenda global.

Bajo la óptica de los ODS, Argentina se encuentra en una situación ventajosa para el impulso de su crecimiento sistémico y sostenido. No sólo porque tiene todas las condiciones para gestionar adecuadamente sus recursos naturales y sus capacidades humanas, generar trabajo e inclusión social y mejorar la calidad de vida de nuestra sociedad, sino también, curiosamente casi desde el mismo momento de la aprobación de los ODS, impulsa una agenda de integración al mundo que puede potenciar su consolidación y su modernización.

En estos dos últimos años, el Gobierno ha fomentado numerosas medidas tales como grandes obras de infraestructura de fuerte impacto para la vida de los ciudadanos, la expansión de la generación de energía de fuentes renovables, el fomento del emprendedurismo para ofrecer soluciones innovadoras a problemas complejos, la ejecución de una estrategia nacional ambiciosa para el cambio climático, la elaboración de un financiamiento preferencial para ciertos establecimientos que migren hacia la eficiencia energética, entre otras.

Por cierto, subsisten muchas cuestiones que no se podrán solucionar de inmediato pero para enfrentar semejante desafío, no hay dudas, se requieren políticas públicas con sensibilidad socioambiental focalizadas en el bien común a corto y largo plazo, y los ODS son una buena herramienta para ello.

El desarrollo del país debe ir acompañado de una agenda sostenible que contemple las necesidades de la sociedad incorporando el concepto de planificación y gestión sustentable. A los responsables de la cosa pública les cabe, pues, vigorizar la tutela efectiva del ambiente, así como hacer efectivo el crecimiento socioeconómico para consolidar un modelo de desarrollo sostenible. La cuestión adquiere una relevancia sustantiva. Se trata del crecimiento socioeconómico, de modo que resulte respetuoso del ambiente y asimismo propicie el progreso íntegro e inclusivo de nuestra comunidad.

El desarrollo sostenible conlleva un gran reto. Que llegue a buen puerto implica la responsabilidad de todos, porque, en definitiva, el modo en que el hombre trata al ambiente influye en la manera en que se trata a sí mismo y a los demás. El cambio cultural resulta, pues, insoslayable.

En tal sentido, el papa Francisco, en su encíclica Laudato si’, hace un fuerte llamado para “proteger nuestra casa común incluye[ndo] la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar”.

*El autor es asesor de Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible. Publicado en Infobae


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