El desarrollo portuario ilusiona a los principales candidatos que se disputarán el poder este año en Berisso, distrito de histórica raíz peronista que desde 2015 es gobernado por Cambiemos. La semana pasada empezaron las operaciones en la terminal del Puerto La Plata, que está en territorio berissense y llevaba un largo tiempo paralizada, y está presente en el ambiente la posibilidad de que se transforme en un punto clave para el despegue del municipio.
La política local toma el tema portuario como una bandera, en una lucha que protagonizan el intendente radical Jorge Nedela, convencido de que habrá otros cuatro años de gobierno del actual oficialismo, y el espacio del Partido Justicialista, que no tiene definido su candidato, pero siente que en 2019 volverá a gobernar Berisso. En ese cuadro de situación se inscriben las críticas justicialistas a la administración municipal y el balance de gestión positivo que hace el jefe comunal berissense, un duelo discursivo que anticipa una elección que genera expectativas.
Nedela es el nombre de Cambiemos para retener el poder, pero no oficializa su candidatura. «Estamos convencidos de que habrá un segundo mandato de Cambiemos en la ciudad, pero lo despersonalizo para no hablar de candidaturas en este momento, porque la situación social y económica es compleja. Estamos abocados a la gestión, ya hay muchos hablando de candidaturas», afirma Nedela a LA NACION.
El PJ tiene cuatro precandidatos y la expectativa de que el número se reduzca. Juan Ignacio Mincarelli, con apoyo de los intendentes y el antecedente de haber perdido ante Nedela por 836 votos en 2015, y Adriana González, respaldada por el exmandatario Enrique Slezack, de quien fue funcionaria, son dos protagonistas bien perfilados en la interna. También se anotan Fabián Cagliardi y Alejandro Paulenko.
El convencimiento de Nedela en una victoria choca con el optimismo del PJ, que cree que puede recuperar Berisso. «Es un distrito prácticamente ganado, por falta de presencia nacional, provincial y mala gestión local», dice una alta fuente del PJ bonaerense, que quiere «sintetizar las cuatro listas en dos».
«Si trabajamos en una propuesta concreta y logramos la mayor unidad, tenemos posibilidades de recuperar el distrito», analiza Mincarelli. «Es recuperable. La gestión lastimó al berissense. Y creo que la memoria del vecino, muy ligada al peronismo y al campo nacional y popular, lo va a tener en cuenta en estas elecciones», subraya González.
En la vereda de enfrente se ve otro escenario. Una calificada fuente del gobierno bonaerense asegura que Nedela «va a renovar». Recuerda que «recibió un municipio devastado y endeudado», que «fue ordenando».
El martes, con el ingreso de un buque brasileño en la terminal portuaria de la empresa TecPlata, se activó en Berisso un espacio que estaba paralizado y que genera expectativas en el oficialismo y en el peronismo local. Nedela subraya que el kirchnerismo había hecho una inauguración «virtual» del lugar, mientras que en el PJ remarcan que la inversión fue en la gestión anterior.
«La terminal tuvo una inversión de US$450 millones, fue inaugurada virtualmente, con una cáscara que quedó ahí en 2015. Es muy importante por el impacto económico para la región, pero particularmente para Berisso, por los puestos de trabajo que puede generar. Y el puerto tiene una historia muy fuerte en nuestra ciudad. Además de haber sido el lugar de llegada de los inmigrantes, fue un puerto vinculado a la política agroexportadora de la Argentina, a los saladeros y a los frigoríficos», dice Nedela.
Mincarelli también destaca la terminal portuaria. «Es uno de los puertos más importantes de la Argentina, con una inversión de más de US$400 millones que se hizo en el gobierno anterior. No depende del intendente de Berisso, Ensenada o La Plata que se reactive, sino de un gobierno nacional que quiera modificar la matriz de importaciones y exportaciones. Ojalá se pueda desarrollar, sería volver al origen: Berisso nació con el puerto», dice el precandidato, que propone crear una Dirección de Actividades Portuarias.
Mincarelli fue secretario de Gobierno entre 2003 y 2005, cuando Slezack era intendente; en 2005 ganó una banca de concejal; entre 2007 y 2015 fue director del Instituto Nacional de Capacitación Política (Incap), bajo la órbita de Florencio Randazzo en el Ministerio del Interior, y en 2015 perdió por escaso margen la intendencia ante Nedela.
González remarca que «en los doce años del gobierno de Néstor y Cristina, se hicieron obras emblemáticas, como el asfalto de la avenida 66, el terraplén costero y la reactivación del puerto». Sobre el último punto, afirma: «Celebro que se esté reactivando, porque durante estos tres años convivimos con un discurso del intendente que, incluso, ha ido a programas de TV a poner en duda si se debería haber hecho la obra del puerto. En mi perfil, es un tema central como motor de desarrollo de la ciudad».
González fue secretaria de Producción de Slezack entre 2005 y 2013, y concejal entre 2013 y 2017. El exintendente, que gobernó entre 2003 y 2015, la apoya en la interna del PJ y la considera «una mujer con mucha capacidad».
Nedela defiende sus logros de gestión. «Llegamos y no había ambulancias. Hoy tenemos el SAME, con tres de primer nivel. María Eugenia Vidal se puso al hombro el hospital de Berisso y estamos a punto de inaugurar una guardia impresionante», repasa.
El intendente destaca obras de asfalto y vivienda. «Pusimos en condiciones la avenida 66, pavimentamos gran cantidad de calles en la ciudad, que la recibimos con muchísimas calles de tierra. Logramos terminar un barrio que habíamos recibido por la mitad, entregamos más de cien viviendas en la gestión», enumera. El déficit habitacional es un problema que impacta en Berisso.
En el PJ desaprueban la gestión local. Para Mincarelli, «Berisso está muy triste» y Nedela «decepcionó a muchos vecinos que habían apostado a él para mejorar su calidad de vida». González asegura que «hay un deterioro en la trama social que atraviesa temas básicos de alimentación, salud, infraestructura» y que en Berisso «se ve agudizado el desempleo y el cierre de comercios».
«Hay improvisación, carecen de diagnóstico y planificación. Y hay un excesivo gasto político: 130 funcionarios con casi $400 millones al año, que en un presupuesto de $1240 millones es demasiado gasto en personal. La tasa de cobrabilidad es del 32,5%. No hay alumbrado, barrido ni limpieza y no se sabe para dónde va Berisso, qué perfil de ciudad proponen», cuestiona Mincarelli.
González dice a LA NACION que «la recolección de residuos, que siempre funcionó perfectamente, ahora funciona mal, cambió las frecuencias y no entra a los barrios».
Berisso, donde se espera una pelea electoral dura, tiene en la agenda política de estos días una polémica. Se trata de una tasa vial que el municipio cobrará sobre el consumo de combustibles en las estaciones de servicio locales. «No es una herramienta aislada, se suma al aumento de la tasa urbana que también venía atrasada, a una campaña para recuperar contribuyentes, y a la reducción del 20% del sueldo del intendente y del 10% del resto de los funcionarios. Se aplican por cada litro 45 centavos. Lo tienen 35 municipios en la provincia, tampoco es una novedad», justifica Nedela.
«Es un impuesto regresivo, que afecta a los berissenses en su identidad, porque somos un pueblo petrolero, tenemos la destilería de YPF en nuestro distrito. En la tasa de ABL hay un rubro de obras hidráulicas’ que ya se cobra», reprocha Mincarelli. «Que paguemos más que nuestros vecinos de La Plata o Ensenada es absurdo. La mayoría de la gente va a ir a cargar a La Plata o a Ensenada, eso va a deteriorar el funcionamiento de las estaciones de servicio y pondrá en jaque los puestos de trabajo», señala González.
Berisso respira una lucha política, mientras deposita su esperanza en el desarrollo de su terminal portuaria. Ese objetivo figura en los planes de Cambiemos y del PJ, que se disputarán el poder en un mano a mano que promete ser reñido.
Los personajes
El intendente: Jorge Nedela, Cambiemos
Es intendente desde 2015 y anteriormente fue concejal. En diálogo con LA NACIÓN, dispara contra la oposición peronista: «Agradezco que nos marquen lo que está faltando, pero siempre digo que le expliquen a la gente por qué no lo hicieron ellos, porque estuvieron más de 30 años. Hoy, un 80% de la ciudad no tiene cloacas. No es responsabilidad nuestra, es de los que hoy hacen campaña diciendo que no hay cloacas». Está convencido de que Cambiemos ganará, aunque advierte que «nadie tiene en una valija los votos de los vecinos»
El retador: Juan Ignacio Mincarelli, precandidato a intendente por el Partido Justicialista
Con apoyo del grupo de intendentes bonaerenses del PJ, buscará imponerse en la interna y pelear por la intendencia, que en 2015 perdió ante Nedela por 836 votos. Considera que Berisso «en estos últimos tres años sufrió un cambio que fue para peor». Y, frente a la nueva elección, ensaya una autocrítica: «Después de perder en 2015, me dediqué más a escuchar»
La competidora: Adriana González, precandidata a intendenta por el Partido Justicialista
Fue funcionaria del exintendente Enrique Slezack, que la apoya en la interna del PJ de Berisso. «Lo más importante es que nos estamos reuniendo y coordinando acciones desde el PJ», dice sobre la disputa partidaria. «La política de Cambiemos le quita cosas a nuestra comunidad, que es obrera, sin demasiados recursos económicos. El ciudadano lo tendrá en cuenta al votar», añade la precandidata. (LA NACIÓN)
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