El intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, asegura haber logrado un superávit financiero histórico mientras impulsa medidas impopulares como una tasa “voluntaria” que afecta a los barrios más vulnerables. Al mismo tiempo, sostiene la planta política más cara de la historia del municipio y Axel Kicillof lo quiere como candidato en las Legislativas 2025, ¿para gastar ese superávit en campaña?
Un superávit cuestionado
En un hecho calificado como “histórico” por el propio intendente, Fabián Cagliardi afirmó que el municipio de Berisso cerró 2024 con superávit financiero, algo que, según él, no había ocurrido en las últimas dos décadas, 16 años de ellas de gobierno kirchnerista. En declaraciones recientes, Cagliardi celebró el supuesto logro asegurando que este permitirá no solo saldar deudas históricas, sino también impulsar el desarrollo local.
“Hace 20 años que el municipio no tenía superávit. Hoy hemos saldado deudas y estamos listos para crecer,” declaró el intendente. Sin embargo, detrás de este mensaje optimista, surgen interrogantes: ¿qué costo han tenido estas políticas para los ciudadanos de Berisso?
La tasa voluntaria: una carga para los sectores vulnerables
Una de las medidas más controvertidas de la gestión Cagliardi ha sido la implementación de una tasa municipal “voluntaria”, o bajo el eufenismo de «Aporte voluntario por servicios esenciales».
Según esgriman desde el municipio, esta «herramienta» dirigida principalmente a los habitantes de los barrios populares, que «propone elegir participar en un régimen beneficioso para la comunidad y el Municipio, generando un ingreso adicional que puede ser utilizado, en este caso, en los servicios brindados en los barrios», que se podría llevar a traducir en realizar un trabajo en negro disimulado desde el estado municipal para financiar servicios esenciales como recolección de residuos, iluminación pública y mantenimiento de calles. Según el municipio, la medida busca involucrar a la comunidad y garantizar servicios en zonas vulnerables.
No obstante, las críticas han sido contundentes. Para muchos, esta medida es un intento desesperado por mejorar la cobrabilidad de tasas en un municipio cuya infraestructura básica está en crisis.
“Nos piden plata por servicios que ni siquiera tenemos. Es un insulto a nuestra dignidad”, denunció una vecina de Villa Progreso. La administración municipal argumenta que esta iniciativa busca involucrar a los vecinos en el financiamiento comunitario, pero no logra convencer a una población que siente que recibe poco a cambio.
Las calles de Berisso se encuentran en condiciones deplorables, con baches, basurales a cielo abierto y luminarias sin funcionar. Los servicios que deberían justificarse con los aportes ciudadanos son deficientes o inexistentes. En este contexto, la tasa voluntaria, aseguran que impulsada por el concejal oficialista, Gabriel Marotte, desde su manejo espurio de la Subsecretaría de Tierras, Vivienda y Hábitat municipal, y ha sido percibida más como una imposición disfrazada que como una solución real a los problemas de la ciudad.
Un vecino de un barrio popular expresó: “Nos piden que paguemos por servicios que no tenemos. La basura sigue acumulándose y las calles están intransitables. Es un atropello.”
La planta política más cara de la historia de Berisso
A pesar de los reclamos por la falta de recursos, el municipio sostiene una planta política que es, según los detractores, la más costosa en la historia de Berisso. Los sueldos de los funcionarios oscilan entre 3 y 14 millones de pesos mensuales, incluyendo el propio salario de Fabián Cagliardi. Este gasto desmesurado contrasta con las condiciones en las que viven muchos ciudadanos y pone en tela de juicio las prioridades de la gestión.
Los críticos han señalado que estos recursos podrían destinarse a mejorar la infraestructura local, en lugar de financiar una burocracia inflada que no parece tener un impacto positivo en la vida cotidiana de los vecinos.
Reelección indefinida y aspiraciones legislativas
Cagliardi también ha sido una figura activa en el debate sobre la ley que limita las reelecciones de los intendentes en la provincia de Buenos Aires. En una reciente reunión con otros jefes comunales y el gobernador Axel Kicillof, se discutieron estrategias para avanzar en la modificación de esta normativa, que Cagliardi ha calificado de “inconstitucional”.
Mientras tanto, rumores sobre su posible candidatura a diputado bonaerense en 2025 han comenzado a circular en el entorno de Cagliardi. Según fuentes cercanas al oficialismo provincial, el gobernador Kicillof lo habría instado a dejar su puesto actual de Jefe Comunal para asegurar una banca legislativa o en la administración bonaerense. Esta movida podría interpretarse como un intento de consolidar poder y posicionarse para futuros ciclos electorales, como en 2027.
Un analista local comentó: “Cagliardi parece más preocupado por su carrera política que por resolver los problemas de Berisso. La ciudad necesita gestión, no ambiciones personales.”
Internas y tensiones en el gabinete
La gestión de Cagliardi también enfrenta divisiones internas. Un grupo de funcionarios autodenominado “paladar negro”, Aldana Iovanovich, Victoria Curutchet, Juan Pablo Holubyez y Gabriel Lommi, han sido acusado de dedicarse más a maniobras políticas que a trabajar por el bienestar de la ciudad desde un despacho municipal, según comentó un portal filo-oficialista de la ciudad. Estas tensiones han generado un clima de inestabilidad dentro del gabinete municipal, donde las disputas internas han eclipsado las necesidades de los vecinos.
El relato comenta que en dicha reunión en una secretaría de Salud del municipio, a cargo Santiago Ramírez Borga. La directora de Control Urbano, Gabriela Di Lorenzo, frenó una discusión electoral y recordó a sus colegas: “No es momento de debatir estas cosas; es momento de gestionar.”
En este contexto, la figura de un bombero, considerado como una opción para apaciguar las tensiones internas, se perfila como una posible salida ante la creciente falta de confianza en la gestión de Cagliardi. La situación es tan compleja que muchos cuestionan si realmente Berisso avanza o simplemente se ajusta para cumplir los intereses políticos del intendente y su círculo cercano.
Sin embargo, la grieta interna persiste, y muchos funcionarios han expresado su frustración ante la falta de enfoque en los problemas reales de Berisso.
La credibilidad en juego
Con un superávit cuestionado, una tasa impopular y un gabinete dividido, el futuro político de Fabián Cagliardi está lejos de ser seguro. Mientras busca consolidar su poder en la provincia de Buenos Aires, los vecinos de Berisso continúan enfrentando una gestión marcada por promesas incumplidas y decisiones controvertidas.
Para muchos, la “nueva etapa de desarrollo” que Cagliardi promete está lejos de ser una realidad tangible, y su gestión quedará marcada como un ejemplo de prioridades políticas sobre las necesidades ciudadanas.
Roku Express | Dispositivo de transmisión HD Roku con control remoto estándar (sin controles de TV), TV gratuita y en vivo. Has CLICK en la imagen y obtén el tuyo!!!
Descubre más desde El Correo Gráfico
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.