La situación en Berisso se torna cada vez más crítica bajo la gestión del intendente Fabián Cagliardi. A pesar de sus intentos de justificar los recortes presupuestarios y los problemas de infraestructura, la realidad que viven los vecinos es alarmante. La falta de recursos en áreas clave como salud, educación y seguridad ha dejado a la ciudad en un estado de vulnerabilidad que no puede ser ignorado.
Recortes presupuestarios: un golpe a la comunidad
Durante su reciente juntada con su Gabinete Ejecutivo, Cagliardi expresó su preocupación por los recortes presupuestarios impuestos por el Gobierno nacional. Sin embargo, sus palabras parecen más un intento de desviar la atención de la realidad que enfrenta la ciudad. “Hemos recibido recortes en salud, seguridad, educación y obras públicas”, afirmó, pero no ofreció soluciones concretas para mitigar el impacto de estas decisiones en la vida diaria de los berissenses.
Los recortes han afectado gravemente la capacidad del municipio para brindar servicios básicos. La salud se ha visto comprometida, con hospitales y centros de atención primaria que luchan por mantenerse a flote. La educación también ha sufrido, con escuelas que requieren urgentemente reparaciones y mejoras en su infraestructura. La falta de inversión en estos sectores críticos es un claro reflejo de la ineficacia de la gestión de Cagliardi.
Inseguridad: un problema que crece día a día
La inseguridad es otro de los temas que preocupa a los vecinos de Berisso. A pesar de que Cagliardi anunció la compra de nuevos patrulleros y cámaras de seguridad, la sensación de inseguridad persiste. “Podemos decir que compramos patrulleros y motos 0 km, que pasamos de 7 cámaras de seguridad en funcionamiento a más de 200, pero si salís de acá y te roban el celular, todo lo que dije no sirve”, reconoció el intendente. Esta declaración pone de manifiesto la desconexión entre las acciones del gobierno y la realidad que viven los ciudadanos.
Los vecinos han expresado su descontento con la falta de medidas efectivas para combatir la delincuencia. La percepción de inseguridad ha llevado a muchos a cuestionar la capacidad de Cagliardi para garantizar la seguridad en la ciudad. Las promesas de mejoras en la seguridad han quedado en palabras vacías, y la población se siente cada vez más desprotegida.
Problemas de infraestructura: un futuro incierto
La infraestructura de Berisso también se encuentra en un estado crítico. La planta potabilizadora en Los Talas, que Cagliardi asegura que se llevará a cabo, ha sido objeto de promesas durante años. “Se va a hacer; en pocos meses vamos a empezar los movimientos de tierras”, afirmó, pero los vecinos siguen esperando. La falta de agua potable es un problema recurrente que afecta la calidad de vida de los berissenses, y las soluciones parecen estar siempre a largo plazo.
Además, la situación de la recolección de residuos es alarmante. A pesar de que el intendente anunció la compra de nuevos camiones para mejorar el servicio, la acumulación de basura y los basurales informales siguen siendo un problema constante. “La estamos mejorando”, fue la frase con la que Cagliardi resumió la situación, pero los vecinos no ven resultados tangibles. La falta de un plan efectivo para la gestión de residuos ha llevado a un deterioro del entorno urbano y a un aumento de la insatisfacción ciudadana.
La crisis hídrica: un desafío sin solución
La crisis hídrica que atraviesa Berisso es otro de los grandes desafíos que enfrenta la gestión de Cagliardi. A pesar de que se han aprobado proyectos para mejorar el drenaje y la infraestructura hídrica, los recortes del Gobierno nacional han paralizado muchas de estas iniciativas. “El gobernador se hizo cargo con otra economía, trabajando muy fuerte en la zona de La Franja, Villa Nueva”, afirmó Cagliardi, pero esto no es suficiente para resolver un problema que afecta a miles de vecinos.
La falta de agua potable y el riesgo de inundaciones en barrios periféricos son realidades que los berissenses enfrentan a diario. La promesa de una planta potabilizadora que se ha postergado indefinidamente es un claro ejemplo de la ineficacia de la gestión actual. Los vecinos se sienten frustrados y abandonados, esperando soluciones que nunca llegan.
La falta de transparencia y rendición de cuentas
Uno de los aspectos más preocupantes de la gestión de Cagliardi es la falta de transparencia y rendición de cuentas. A pesar de las promesas de un gobierno abierto y accesible, los ciudadanos no tienen acceso a información clara sobre cómo se están utilizando los recursos públicos. La opacidad en la gestión de fondos y proyectos genera desconfianza entre los vecinos, quienes sienten que sus necesidades no están siendo atendidas de manera adecuada.
Cagliardi ha afirmado que ha presentado 147 proyectos ante el Gobierno nacional, pero la realidad es que muchos de estos proyectos han quedado estancados debido a la falta de financiamiento. “Los vecinos se ven perjudicados y muchos otros se quedaron sin empleo”, lamentó el intendente, pero no ofreció un plan concreto para revertir esta situación. La falta de acción y la incapacidad para gestionar adecuadamente los recursos disponibles son evidentes.
La voz de los vecinos: testimonios de descontento
Los testimonios de los vecinos reflejan un descontento generalizado con la gestión de Cagliardi. Una residente de Berisso, expresó su frustración: “Prometen muchas cosas, pero al final no vemos cambios. La inseguridad es cada vez peor y la basura se acumula en las calles. No sé qué están haciendo con nuestro dinero”. Este sentimiento es compartido por muchos, quienes sienten que sus preocupaciones no son escuchadas.
Otro vecino, Juan, comentó sobre la crisis hídrica: “No tenemos agua potable y cuando llueve, nos inundamos. Es inaceptable que en pleno siglo XXI estemos así. Necesitamos soluciones ya, no más promesas vacías”. La desesperación de los ciudadanos es palpable, y la falta de respuestas efectivas por parte del gobierno municipal solo agrava la situación.
La gestión de Cagliardi: un futuro incierto
A medida que avanza el año 2025, la gestión de Fabián Cagliardi se enfrenta a un futuro incierto. Los recortes presupuestarios, la inseguridad, los problemas de infraestructura y la falta de transparencia son solo algunos de los desafíos que deben ser abordados con urgencia. La confianza de los vecinos en su gobierno se ha visto erosionada, y la presión para que se tomen medidas efectivas es cada vez mayor.
Cagliardi ha reiterado su apoyo al gobernador Axel Kicillof, pero muchos se preguntan si esta alianza será suficiente para resolver los problemas que enfrenta Berisso. La falta de acción y la incapacidad para gestionar adecuadamente los recursos disponibles han llevado a una situación crítica que no puede ser ignorada.
Conclusión: un llamado a la acción
La gestión de Fabián Cagliardi en Berisso ha estado marcada por promesas incumplidas y una creciente insatisfacción entre los vecinos. La falta de recursos en áreas clave como salud, educación y seguridad, junto con problemas de infraestructura y una crisis hídrica sin solución, han dejado a la ciudad en un estado de vulnerabilidad.
Es fundamental que el intendente tome medidas concretas para abordar estos problemas y restablecer la confianza de los ciudadanos. La transparencia en la gestión de recursos, la rendición de cuentas y un enfoque proactivo para resolver los problemas que enfrenta Berisso son esenciales para garantizar un futuro mejor para todos los berissenses.
Los vecinos merecen un gobierno que escuche sus preocupaciones y trabaje incansablemente para mejorar su calidad de vida. La situación actual no puede continuar, y es hora de que Cagliardi y su equipo asuman la responsabilidad de liderar el cambio que Berisso necesita.
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