[heading style=»default» size=»28″ align=»center» margin=»10″]El Concejo Deliberante de Berisso rechazó la ejecución del gasto 2021 al intendente Fabián Cagliardi y agudizó la grieta política en el bloque del oficialismo y afinó la lupa al Tribunal de Cuentas.[/heading]
El rechazo de las cuentas municipales en el Concejo Deliberante de Berisso desató una crisis política en el oficialismo, tras la votación dividida en el seno del bloque del Frente de Todos, que terminó haciendo caer ese expediente clave para cualquier municipio. ¿Qué consecuencias podría traer para el intendente Fabián Cagliardi?
La normativa vigente, la Ley 10869, establece que el intendente debe presentar la rendición de cuentas al 31 de marzo de cada año y que el Concejo Deliberante tiene 60 días para aprobarlo. El Ejecutivo además debe girar el expediente al Tribunal de Cuentas de la provincia, que es quien audita los números y determina si está todo en regla y puede definir multas y sanciones, como también requerir documentación extra al municipio.
El miércoles 11 pasado, el Concejo Deliberante rechazó la rendición de cuentas 2021 que elevó Cagliardi por 11 votos a 9. Aunque se esperaba que el bloque de Juntos votara en contra y de haber presentado un amparo judicial para no tratarlo, la sorpresa la dieron cuatro concejales del Frente de Todos que le bajaron el pulgar a las cuentas municipales.

La concejal Miriam Larrañaga, quien se expresó a favor del desmedido uso económico de la gestión de Cagliardi, reconoció los números y quiso suavizar el tema diciendo que “hubo un exceso de inversión” y tratando esquivar el excesivo gasto se justificó que “se cubrió a problemas a los que hubo que hacerles frente más endeudamientos”. “Todas las compras se hicieron por licitación pública”, aseguró la edil.
Los ediles Alejandro Paulenko, Jorge Suárez y Vanesa Queyffer, junto a Agustín Celi del bloque Frente Renovador, votaron en contra y argumentaron que el municipio no había otorgado documentación suficiente para poder evaluar la ejecución del gasto en 2021, que no se presentaron las rendiciones trimestrales y que no hubo explicación sobre el incremento de la deuda local por hasta 800 millones de pesos.
«El Tribunal pondrá la lupa en lo que objetó el Concejo Deliberante», sostuvieron desde la oposición y se mostraron confiados en que el rechazo, más allá de que no tiene ningún efecto legal, sí derivará en que se auditará si el gasto se ejecutó bien o no.
Más allá de las objeciones contables, lo que dejó el rechazo a las cuentas de Cagliardi es la exposición de la grieta en el bloque de concejales oficialista que podría complicar al jefe comunal -que hasta ahora tenía mayoría con 12 ediles sobre 20- con los expedientes que envíe de ahora en más al Deliberativo.
La armardora desarmadora

“Una deuda de la que el intendente no quiso hablar en los últimos tiempos y nunca supe por qué; entonces, si no la denunciamos en ese momento no entiendo por qué lo tenemos que hacer ahora”, expresó Queyffer en el Concejo a la hora de justificarse de su voto negativo.
Según su descargo, la inversión de las paradas seguras y el destino de fondos a la planta política y las empresas “que no son cooperativas” formó el listado de reproches de la ex aliada de Cagliardi.
«Se peleó con tantos sectores que lo ayudaron a llegar que no se puede creer. Hizo lo contrario a lo que prometió y maneja el municipio como una empresa, sin dar explicaciones ni información. Es muy poco transparente», explicó Queyffer al portal 0221.
Los caniches del (des)General Don Ramón

“Son de SUPeH, pero de la filial de Ensenada…” Así lo habría remarcado en estos días el propio titular del SUPeH Berisso, Miguel Pujol, quien ratificó su acompañamiento a la gestión del intendente Cagliardi, echando más «leña para el carbón» en el peronismo berissense
Con los votos negacionistas de Paulenko y Suárez, quienes responden al ex secretario general del SUPeH Ensenada, Ramón Garaza, luego de conducir, desgatar y derrochar ese gremio por 24 años seguidos y cayó derrotado en diciembre del año pasado contra un ex miembro de su comisión directiva, Nahuel Chancel, y además, es quien fuese hasta abril el presidente del PJ local, y que en ese cargo lo ejerce ahora el propio intendente Cagliardi, cuestionado por sus números de la gestión.
La pelea de fondo con Garaza no es nueva. Cagliardi es aliado del intendente de Ensenada, Mario Secco, y llegó al cargo en 2019 con su apoyo. Garaza. En las PASO de ese año Garaza apoyó al ex concejal Juan Ignacio Mincarelli en la interna con Cagliardi. Ambos terminaron alineándose con Cagliardi para evitar la reelección del radical Jorge Nedela. En la elección siguiente (2021) Paulenko integró la lista armada por el intendente donde Cagliadi amenazó: “Salgan a hacer campaña y si en noviembre no sacamos 8 concejales se van a tener que ir a sus casas”.
Además de perder el sindicato, Garaza también perdió la presidencia del PJ local, cuando se renovaron las autoridades en marzo. Cagliardi se postuló en su reemplazo y, pese a las promesas, terminó relegando a la gente del petrolero a los lugares más lejanos de la lista. «Es un destrato inaceptable», bramaron desde el sector del petrolero y aseguraron que «no hay vuelta atrás». (0221.com.ar ; BerissoCiudad)
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