La Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) se ha convertido en un actor clave en la exploración espacial al participar en la histórica misión Artemis II de la NASA. Programada para abril de 2026, esta misión marcará el regreso de astronautas a la órbita lunar, siendo el primer viaje tripulado desde el programa Apolo en 1972. La UNLP, junto con otras instituciones argentinas y agencias espaciales internacionales, está desarrollando el microsatélite argentino ATENEA, un CubeSat de clase 12U que se integrará en esta misión.
Participación de la UNLP en Artemis II
La participación de la UNLP en la misión Artemis II resalta la excelencia académica y tecnológica de la institución. El microsatélite ATENEA, que será parte de esta misión tripulada lunar, tiene como objetivo validar tecnologías críticas y recopilar datos de radiación y GPS en órbitas altas. Este proyecto no solo posiciona a Argentina como un actor relevante en la exploración espacial, sino que también demuestra el compromiso de la UNLP con la innovación y el desarrollo tecnológico.
ATENEA: microsatélite argentino
ATENEA es un CubeSat de aproximadamente 30 cm x 20 cm x 20 cm, diseñado como un sistema de demostración tecnológica. Sus objetivos incluyen la medición de radiación en órbitas altas, la recolección de datos GPS y la validación de componentes y enlaces de comunicación de largo alcance. Este microsatélite representa un avance significativo en la capacidad de Argentina para participar en proyectos espaciales de gran envergadura.
Colaboración nacional e internacional
El desarrollo de ATENEA es un esfuerzo conjunto que involucra a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y diversas instituciones argentinas, como la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), la Universidad de Buenos Aires (FIUBA), el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y VENG S.A.. Además, el proyecto cuenta con la colaboración de agencias espaciales de Alemania (DLR), Corea del Sur (KASA) y Arabia Saudí (SSA), que aportan otros tres CubeSats a la misión Artemis II.
Origen del proyecto y experiencia previa
La participación de la UNLP en la misión Artemis II se basa en su experiencia previa con el desarrollo del satélite universitario USAT 1. Esta experiencia fue fundamental para que la UNLP fuera seleccionada por la CONAE y la NASA para participar en el proyecto ATENEA. La capacidad del equipo de la UNLP para afrontar proyectos de esta magnitud se ha visto reforzada por el éxito del USAT 1, que sentó las bases para el desarrollo de ATENEA.
Desafíos y estándares de la NASA
El proyecto ATENEA implica trabajar bajo los rigurosos estándares y requisitos de las misiones tripuladas de la NASA. Esto exige un análisis exhaustivo y una documentación detallada, lo que representa un desafío significativo para el equipo de la UNLP. La necesidad de cumplir con estos estándares garantiza que el microsatélite esté preparado para operar en condiciones extremas y contribuir de manera efectiva a la misión Artemis II.
Contribuciones específicas de la UNLP
Los equipos del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) y del grupo Sistemas Electrónicos de Navegación y Telecomunicaciones (SENyT) de la UNLP están a cargo de áreas clave en el desarrollo de ATENEA. Esto incluye la ingeniería de sistemas, la estructura, el control térmico, la fabricación de piezas, los subsistemas electrónicos fundamentales (comunicaciones, computadora de a bordo, receptor GPS), el software y la integración. La diversidad de habilidades y conocimientos en el equipo es un factor crucial para el éxito del proyecto.
Orgullo y motivación del equipo
El equipo de ingenieros y estudiantes de la UNLP expresa gran emoción, orgullo y satisfacción por participar en un proyecto de tal magnitud. La oportunidad de interactuar con la NASA y ver la aplicación práctica de sus conocimientos es un aspecto que motiva a cada miembro del equipo.
“Es muy emocionante que Artemis vuelva a la Luna y ser parte de la historia, aunque sea por un fragmento de esta gran misión, ya que a ATENEA se la deja en el camino. Participar de este proyecto es algo que no tiene dimensión, es increíble”, expresó Aldana Guilera, una de las ingenieras involucradas en el desarrollo del microsatélite.
Posicionamiento de Argentina en la Exploración Espacial
La participación de la UNLP en la misión Artemis II a través de ATENEA no solo resalta la capacidad técnica de la universidad, sino que también posiciona a Argentina como un actor relevante en la exploración espacial a nivel internacional. Este tipo de proyectos contribuye a fortalecer la imagen del país en el ámbito científico y tecnológico, abriendo puertas para futuras colaboraciones y desarrollos en el sector aeroespacial.
Ideas y hechos más importantes
La misión Artemis II de la NASA, programada para abril de 2026, llevará astronautas a sobrevolar la Luna, siendo el primer viaje lunar tripulado desde 1972. La Facultad de Ingeniería de la UNLP es responsable del desarrollo del microsatélite argentino ATENEA, que será parte de esta misión.
ATENEA es un CubeSat 12U que tiene como objetivos la demostración tecnológica, la medición de radiación en órbitas altas, la recolección de datos GPS y la validación de componentes y enlaces de comunicación de largo alcance. Este proyecto se enmarca en el programa SARE (Sistema de Alta REvisita) de la CONAE, que se enfoca en el desarrollo ágil y de bajo costo de pequeños satélites.
La experiencia previa de la UNLP con el satélite universitario USAT 1 fue crucial para su selección en el proyecto ATENEA. La UNLP colabora en este proyecto con otras instituciones argentinas y con agencias espaciales de Alemania, Corea del Sur y Arabia Saudí, quienes aportan otros CubeSats a la misión Artemis II.
Desafíos técnicos y logísticos
El desarrollo del receptor GPS para ATENEA presenta un desafío particular debido a la órbita muy elíptica y de gran altura, que lo hará operar a veces por encima de la constelación de satélites GPS. Este aspecto técnico es fundamental para garantizar que el microsatélite pueda cumplir con sus objetivos de recolección de datos en condiciones óptimas.
“Es una misión que te exige todo el tiempo porque llevará gente a bordo y NASA no deja nada al azar. Eso nos mantiene siempre en vilo, pasando cada prueba que se presenta y esperando la siguiente”, añadió Sonia Botta, coordinadora del equipo del CTA.
Proceso de pruebas y validación
Parte del CubeSat desarrollado por la UNLP está actualmente en pruebas de termo-vacío en el Centro Espacial Teófilo Tabanera en Córdoba, simulando las condiciones espaciales. Estas pruebas son esenciales para validar el rendimiento del microsatélite antes de su envío a Cabo Cañaveral. Posteriormente, se realizarán pruebas adicionales, incluyendo vibraciones, radiofrecuencias y ambientales, antes de su integración final en la misión Artemis II.
“Llegar hasta esta instancia, que el proyecto esté encaminado y que en las revisiones nos feliciten por nuestro trabajo, es un orgullo”, expresó Frida Alfaro, otra de las ingenieras del equipo.
Próximos pasos
Los próximos pasos en el desarrollo de ATENEA incluyen la continuación de las pruebas ambientales y de rendimiento en Córdoba, la integración final y el ensamblaje del satélite en la Facultad de Ingeniería de la UNLP, y la superación de todas las pruebas requeridas por la NASA. Una vez completados estos procesos, el satélite será enviado a Cabo Cañaveral para su integración en la misión Artemis II, cuyo lanzamiento está programado para abril de 2026.
“Para mí, más allá de que el satélite llegue a lanzarse o no, lo más valioso es haber podido hablar cara a cara con una organización como la NASA, entenderlos y responder a todas las cuestiones presentadas, convencerlos de que somos idóneos. Para mí, eso fue lo más destacable”, comentó Santiago Rodríguez, otro miembro del equipo.
Conclusión
La participación de la UNLP en la misión Artemis II con el microsatélite ATENEA representa un hito significativo en la historia de la exploración espacial argentina. Este proyecto no solo pone de manifiesto la capacidad técnica y científica de la universidad, sino que también abre nuevas oportunidades para el desarrollo de futuras iniciativas en el ámbito aeroesp
acial. La colaboración entre instituciones argentinas y agencias espaciales internacionales refuerza la importancia de trabajar en conjunto para alcanzar objetivos ambiciosos en la exploración del espacio.
La misión Artemis II no solo es un paso hacia el regreso de los humanos a la Luna, sino que también simboliza el avance de la tecnología espacial y la investigación científica. La UNLP, a través de su participación en este proyecto, se posiciona como un referente en el ámbito de la ingeniería y la tecnología espacial en América Latina.
Impacto en la Educación y la Investigación
La participación en la misión Artemis II también tiene un impacto significativo en la educación y la formación de nuevas generaciones de ingenieros y científicos en Argentina. La experiencia adquirida por los estudiantes y profesionales involucrados en el desarrollo de ATENEA es invaluable, ya que les permite aplicar sus conocimientos en un contexto real y desafiante.
“Este proyecto demuestra una continuidad de proyecto y formación de nuevas generaciones en el campo aeroespacial en la UNLP”, afirmó Marcos Actis, director del CTA y decano de la Facultad de Ingeniería. La oportunidad de trabajar en un proyecto de esta magnitud no solo enriquece el currículo de los estudiantes, sino que también les brinda la posibilidad de contribuir a la ciencia y la tecnología a nivel global.
La Visión Futura de la UNLP en el Espacio
La UNLP tiene la intención de continuar su participación en proyectos espaciales futuros, aprovechando la experiencia adquirida en el desarrollo de ATENEA y la colaboración con la NASA y otras agencias espaciales. La universidad busca establecer un camino claro hacia la innovación y el desarrollo tecnológico en el ámbito aeroespacial, fomentando la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías que puedan ser aplicadas en futuras misiones.
“La incorporación de nuestra Facultad en este proyecto muestra que el esfuerzo realizado por el CTA, invirtiendo recursos propios para los gastos que demandó la construcción del USAT 1, y el apoyo de la Universidad para pagar el lanzamiento, dio sus frutos”, destacó Actis. Este enfoque proactivo y colaborativo es fundamental para el crecimiento y la sostenibilidad de la investigación espacial en Argentina.
Conclusión Final
La participación de la UNLP en la misión Artemis II con el microsatélite ATENEA es un testimonio del potencial de Argentina en la exploración espacial. Este proyecto no solo representa un avance tecnológico significativo, sino que también simboliza la colaboración y el esfuerzo conjunto de diversas instituciones en el país y en el extranjero. A medida que se acerca la fecha de lanzamiento, la comunidad académica y científica de Argentina espera con entusiasmo los resultados de esta misión histórica, que sin duda dejará una huella en la historia de la exploración espacial.
Descubre más desde El Correo Gráfico
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.