El intendente ultra K de Ensenada, Mario Secco, culpa a Milei por suspender el Carnaval y paralizar obras vitales, sumiendo a la ciudad en una crisis sin precedentes.
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El tradicional Carnaval de Ensenada, considerado el evento más grande de la zona, ha sido cancelado este año por el intendente ultra K, Mario Secco. Aunque el comunicado oficial argumenta la decisión en el impacto de las medidas económicas nacionales, las verdaderas razones parecen ser otras.
Secco responsabiliza al gobierno de Javier Milei, señalando que las políticas económicas han provocado un ajuste en la población y obligado al municipio a orientar recursos hacia necesidades básicas.
En el comunicado, el intendente afirma que el Carnaval conlleva una inversión municipal que supera los $100.000.000, sumado a lo que invierten las comparsas y murgas. Opiniones opuestas dicen que el ajuste económico es una pantalla ante una estrategia para desviar la atención de las malas decisiones de la gestión de Secco.
Desviación de Fondos: Obras paralizadas y promesas incumplidas
Luis Blasetti, intendente interino de Ensenada, confirmó que la paralización del Carnaval no es la única consecuencia de las políticas de Milei.
El municipio se ve obligado a postergar importantes obras para poder hacer frente al aumento salarial de los trabajadores municipales. Blasetti detalla que, debido a la situación del país, acordados y presupuestados en 2023, deben rectificarse.
Las consecuencias son evidentes: la obra de construcción del microestadio, valuada en más de 1000 millones de pesos, se encuentra paralizada. Este freno se justifica como una necesidad de redirigir el dinero hacia los salarios de los trabajadores, que han obtenido un aumento del 55%.
Obras vitales en stand-by: Los ensenadenses pangan consecuencias
Blasetti también revela que otras obras cruciales se han visto afectadas. La continuación del tablestacado en Punta Lara, con un presupuesto de más de 1000 millones de pesos, y la compra de maquinarias esenciales, programada con más de 800 millones de pesos, han sido postergadas.
La pregunta que queda en el aire es si este achicamiento en las obras es realmente necesario. Blasetti justifica este comportamiento sin precedentes como una respuesta al “aluvión de devaluación”, atribuyendo la situación a las políticas del presidente Milei.
Incertidumbre de Ensenada sobre las obras paralizadas
La incertidumbre sobre el futuro de las obras pendientes, como el Camino Rivadavia, es palpable. Blasetti sugiere que las cuestiones administrativas a nivel nacional podrían impactar negativamente en estas obras. La obra del Camino Rivadavia, crucial para la movilidad y el desarrollo de la región, podría estar en riesgo.
La ciudad se enfrenta a una crisis sin precedentes, con eventos culturales cancelados y obras vitales en stand-by. La sombra de las disputas políticas se cierne sobre la comunidad, dejando a los residentes de Ensenada preguntándose cuándo y cómo recuperarán la normalidad.
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